Nieves García Catalán, acogida desde pequeña por la familia de Dióscoro Galindo, uno de los supuestamente enterrados junto a Federico García Lorca, se mostró ayer "muy contenta" ante la posibilidad de que la familia biológica de este maestro aporte pruebas de ADN que permitan su identificación.

Pese a que la pretensiones de García Catalán, quien se considera nieta de Dióscoro y que lucha por su exhumación desde hace más de diez años, podrían no haberse llevarse a cabo nunca --los descendientes directos se oponían--, la nueva postura de la familia le abre una esperanzadora posibilidad. "Me parece la postura más lógica, una vez que la Junta ha decidido que la fosa se abrirá, lo normal sería identificar los restos de mi abuelo", ha explicado esta mujer, quien nunca entendió que le quisieran dejar allí "abandonado, como si nada".