PREVISIONES DE LA ORGANIZACIÓN PROFESIONAL

Palmanaranja prevé una merma del 50% en la cosecha de cítricos

Los datos que maneja el sector apuntan una recolección de unos 200 millones de kilos menos

Se esperan buenas cotizaciones, aunque "en algunas fincas no compensarán pérdidas"

Recogida de naranjas en una finca de la provincia de Córdoba.

Recogida de naranjas en una finca de la provincia de Córdoba. / AJ GONZALEZ

Tras una sequía arrastrada de cinco años, a lo que hay que sumar las altas temperaturas, sobre todo las registradas en el mes de abril que afectó a la floración del naranjo, la campaña de cítricos en Palma del Río prevé una merma productiva de un 50%, es decir 200 millones de kilos menos. Así presenta Antonio Carmona, presidente de la asociación profesional citrícola Palmanaranja, el escenario de un tejido productivo sobre el pivota gran parte de la economía palmeña. Insiste en que «kilo que falta en el campo, kilo que falta en manipulación y en la economía». Carmona subraya que «estamos al límite, o empieza a llover ya o vamos a pasarlo muy mal todos, estamos tocando fondo». Aún así, el presidente de la interprofesional señala que van a «seguir trabajando, no es la primera vez que ocurre, esto es cíclico, hay que esperar cosechas abundantes que traerán empleo». Desde el plano empresarial, Carmona que lleva 18 años al frente de Sunarán como gerente, dice que «estamos sufriendo, las empresas tienen sus estructuras, empleo, fondo de comercio y hay que buscar medidas distintas, hay que protegerse».

Desde Palmanaranja, son 9 socios de Palma, Posadas, Écija y Peñaflor, su presidente no duda al afirmar que ésta «es la campaña con menos producción que recuerdo», en una retrospectiva de 10 años. Explica que el pasado año la pérdida de producción se movió en una horquilla de un 40 y un 45%, 160 millones de kilos menos, y señala que la merma productiva para esta campaña, cuyos trabajos de recolección empezarán a finales de octubre, es de un 50%, aunque puntualiza que «se esperan buenos precios, pero en algunos casos no logran compensar las pérdidas».

Ante las malformaciones detectadas en la fruta, Carmona asegura que «no es la primera vez que esto ocurre» y añade que «es un porcentaje muy pequeño y no tiene perjuicio organoléptico». Para el presidente de Palmanaranja, la amenaza es la falta de agua, la reserva hídrica, señalando que la dotación de riego es entre un 10 y un 15% de la dotación normal. El 50% de pérdida de cosecha se debe, según explica, a plantaciones que no se han podido regar nada, porque el agricultor ha tenido que priorizar qué cultivo riega y algunos han optado por el olivo, y «los naranjos han muerto» y también apunta que parte de la cosecha no llegará a calibre comercial. Lamenta Carmona que en la zona regable del Bembézar ya no hay agua para el campo, «solo hay agua para beber».

El sector citrícola está pendiente de la feria de frutas y hortalizas Fruit Attraction para conocer movimientos de mercado, cotizaciones y entrada de fruta de países como Sudáfrica.