Los pronósticos más pesimistas se han terminado cumpliendo. Las lluvias que se registraron entre el 2 y el 4 de mayo, cuando se llegaron a contabilizar hasta 25 litros por metro cuadrado en algunas parcelas, han favorecido la extensión del mildiu por los viñedos del marco Montilla-Moriles.

Así lo confirmó el Aula de Viticultura del Consejo Regulador, que emitió un boletín con una serie de recomendaciones para tratar de controlar esta epidemia vegetal que afecta a las vides especialmente durante la primavera y cuyos primeros síntomas se detectaron a mediados del mes de abril en varios pagos del término municipal de Montemayor.

«Se trata del tercer ciclo de infección en los pagos más tempranos y de la segunda en los más tardíos», explicó la responsable del Aula de Viticultura, Ángela Portero, quien advirtió que «en este momento del ciclo vegetativo», cada parcela se puede encontrar en un «estado de desarrollo diferente», por lo que «no es apropiado una recomendación general sino distintos supuestos».

En ese sentido, la especialista del Consejo Regulador invitó a cada viticultor de la zona a «atender las recomendaciones» del boletín que emite semanalmente la Agrupación para el Tratamiento Integrado en Agricultura (Atria) «en función de las circunstancias concretas de su parcela».

Así, y en contra de lo que se podría pensar, las altas temperaturas que se vienen registrando en la provincia desde hace unos días ayudan a controlar el mildiu de forma natural, por lo que no es necesario aplicar ningún tratamiento fitosanitario. Con todo, Ángela Portero advirtió que «las tormentas suelen ser habituales en mayo, de modo que, si se producen, darán lugar a una nueva infección de mildiu, mucho más grave y dañina». En ese caso, desde el Consejo Regulador recomiendan a los viticultores prestar especial atención a los partes meteorológicos.

Conocido en otras regiones como añublo o mildeo, este hongo parásito originario de América puede ocasionar daños devastadores en todos los órganos de la planta si el clima le favorece.