Javier Alcalá, presidente de la Denominación de Origen de Aceite de Baena, se alegra de que la Consejería de Sanidad de la Junta, una vez que «han estudiado nuestras alegaciones», haya archivado el expediente con cierta rapidez. Entiende que la denuncia de la Comunidad de Madrid contra la DO Baena por promocionar los valores saludables del aceite de oliva en su página web, era una situación «incongruente» porque había confusión entre lo que es información al consumidor y publicidad de un etiquetado. que en el caso de la DO no es aplicable.  

Confía en que esta polémica se revierta de alguna manera porque es la primera vez que los ciudadanos se han concienciado del «sin sentido» que supone que un producto como el aceite de oliva no pueda poner en su etiquetado que es saludable. «Ahora queremos que las administraciones tomen conciencia de una vez, de forma conjunta y a través del gobierno de España, presione a la UE para que el aceite de oliva tenga las mismas prerrogativas en el etiquetado que otros productos de alimentación», que se consiga que se modifique la norma.

Aclara que el Nutriscore es un problema distinto al de etiquetado, no tiene nada que ver aunque «si tienen en común que son dos problemas que están perjudicando al aceite de oliva».