La Guardia Civil tiene fijado como uno de sus objetivos estratégicos hasta el año 2030 velar por la protección del medio ambiente. El pasado 21 de marzo la Comandancia de Córdoba presentó su carta de servicios, en la que se recoge el impulso que se pretende dar a la protección de la naturaleza. Para conseguirlo se realizan unos 2.000 servicios anuales sobre la materia.

La unidad que se encarga de esta disciplina es el Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza), que desde enero del año 2020 (prácticamente desde el inicio de la pandemia) hasta agosto de este año ha llevado a cabo en la provincia un total de 7.334 actuaciones. La mayor parte de ellas están relacionadas con el respeto a la flora y la fauna de la provincia, pero también hay algunas otras que se han acometido para evitar daños y expolios al patrimonio histórico, así como relacionadas con la calidad alimenticia, entre otras.

De las más de 7.300 actuaciones llevadas a cabo, 3.224 fueron denuncias administrativas; 1.302 se refieren a controles y verificaciones de actividades; 105 a delitos medioambientales investigados y 125 a personas detenidas o investigadas como responsables de dichos delitos.

Un centenar de delitos

Entrando en detalle, desde la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba informan que en materia penal se han instruido 105 atestados por la comisión de otros tantos delitos contra el medio ambiente, falsedad documental, y contra la seguridad colectiva (delitos de incendio forestal), etcétera. Estas actuaciones han dado como resultado la detención, imputación o investigación de 125 personas. Los delitos más comunes fueron los de incendio forestal, maltrato de animales domésticos y los cometidos contra la protección de la flora y la fauna (furtivismo y captura de aves insectívoras).

Como resultado esa actividad, la Guardia Civil cordobesa se incautó de un total de 836 medios y artes para la caza y la pesca, al haber sido empleados para la comisión de las distintas infracciones administrativas y penales. Entre ellos destacan el uso de veneno, trampas, costillas, los cepos y lazos para conejos, jaulas trampa, redes abatibles y japonesas para la captura de pájaros. También se intervinieron varias armas de fuego, destinadas casi siempre para practicar el furtivismo.

Animales recuperados

Como resultado de algunas de estas operaciones, los agentes del Seprona han tenido que recoger o intervenir ejemplares de varios tipos de animales, que van desde los pájaros hasta especies exóticas. En concreto, se han decomisado 953 especímenes, entre los que hay pájaros (jilgueros, currucas capirotadas, estorninos, pardillos, zorzales, palomas o tórtolas), conejos, murciélagos, jabalíes y ciervos. También se han intervenido cinco aves exóticas (tres guacamayos y dos loros de cola roja). Por otro lado, han sido recuperadas por distintas unidades 46 aves amenazadas como búhos, cernícalos, cigüeñas, gavilanes, águilas y cárabos. También se ha actuado en colaboración con organizaciones protectoras de animales y se han podido poner a buen recaudo 88 animales domésticos o de ganadería (desde perros y gatos a cerdos vietnamitas, pasando por canarios o hurones).

En otro orden de cosas, el Seprona se han incautado 612 kilogramos de distintos tipos de pescados que no alcanzaban la talla mínima para ser capturados.