El certamen Miss Ecuación 2016, que organizó el departamento de Física de la Universidad de Córdoba para determinar la belleza en las formulaciones, premió la ecuación Euler-Lagrange como la más bella de todas las que participaron en este concurso. La ganadora fue enumerada en el siglo XVIII, siendo la base para la deducción de otras ecuaciones más complejas.

En el certamen de Física participaron cuatro grupos de estudiantes de la carrera propia, que presentaron sus ecuaciones, defendiéndolas con un vídeo divulgativo. Los galardones honoríficos se entregaron en una gala coorganizada por la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación de la Universidad de Córdoba. La propuesta ganadora fue defendida por Manuel Eslava, Miguel Ángel Jiménez, Juan Román y Christensen Rocha. La aportación de los creadores de esta ecuación ha permitido, a lo largo de los años, el progreso de la física newtoniana. La ecuación es tan versátil que se emplea en la actualidad, a pesar de los progresos experimentados en el siglo XX en la disciplina, por la aportación de la mecánica cuántica.

Junto a esta propuesta, llegaron a la final del concurso de belleza física la ecuación formulada por Boltzmann, que define la constante de la entropía, idea fundamental de la termodinámica; el principio de incertidumbre de Heisenberg y la ecuación de Dirac, todas defendidas en el aula B3 del aulario Averroes, en el campus universitario de Rabanales.

En este certamen participaron un total de 32 ecuaciones, todas ellas propuestas por alumnos de cuarto curso del grado de Física de la Universidad de Córdoba. Fueron ellos mismos los encargados de decidir las cuatro ecuaciones que llegaría a la final del certamen para ser «la más bella». Junto con quince profesores, alumnos de grado y máster, todos los finalistas formaron equipos para hacer una campaña de promoción y defender así la ecuación que habían propuesto como la ganadora de este certamen de Miss Ecuación 2016.

Las ecuaciones de Euler-Lagrange, como la ganadora del concurso, son las condiciones bajo las cuales cierto tipo de problema variacional alcanza un extremo. Aparecen sobre todo en la mecánica clásica en relación con el principio de mínima acción, aunque también en la teoría clásica de campos. En mecánica clásica, estas ecuaciones establecen que la integral de acción para un sistema físico es un mínimo.