El parque científico y tecnológico se diseñó en un momento en el que no había crisis y en el que Córdoba soñaba con la Ciudad de Levante. El modelo de parque ideado a mitad de la década pasada se ajustó a la demanda que había en aquel momento para espacios de ese tipo en el resto del territorio nacional pero la crisis ha puesto en evidencia que Rabanales 21 está en estos momentos sobredimensionado. Por ello, los socios del parque, conscientes del desajuste que se produce entre la oferta y la demanda, incluyen en el plan de viabilidad propuestas urbanísticas que hagan más atractivas las parcelas, como la permuta o el cambio de usos para facilitar su venta.

En estos momentos hay 198.959 metros cuadrados para parcelas dedicadas a innovación (ID), que constituyen el área más relevante del parque, donde estarían los procesos de tecnologías más avanzadas. Estos terrenos estaban pensados para crear instalaciones vinculadas a la UCO que incentiven la innovación. A estos terrenos se unen 17.094 metros (I) para la ampliación de esta zona. Después están los 77.838 metros de las parcelas IDR, destinadas a empresas que se dedican a fabricación de productos. Por último, están los 59.760 metros de la zona IS, pensados para servicios del parque y centros administrativos públicos o privados, y los 13.793 de la EQ, previstos para equipamientos.

Fuentes municipales explican que el plan prevé redefinir las zonas, para disponer de más superficie para fabricación (IDR) y menos para investigación (ID).

Por un lado, el plan contempla la permuta de suelos propiedad del Ayuntamiento con uso de fabricación (IDR) por terrenos que tiene la sociedad Rabanales 21 destinados a servicios (IS). El Ayuntamiento posee cuatro parcelas IDR que suman 16.528 metros cuadrados que cambiaría a Rabanales 21 por siete de 5.594 metros de suelo IS con valor similar. Por otro lado, el plan sugiere cambiar el uso de ocho parcelas de investigación (ID), que suman 17.820 metros, para que sean de fabricación (IDR). Con esta última operación, el suelo destinado a IDR pasa del 28% del parque al 35%, cantidad asumible desde el punto de vista urbanístico, según las fuentes consultadas.

Otra de las medidas es fijar una zona en la que un promotor pueda construir naves adosadas.