-¿Cómo analiza los datos que reflejan que en Córdoba cada vez somos más viejos y hay menos jóvenes?

-En el caso de España, Andalucía y Córdoba se debe a que desde hace algún tiempo la tasa de fecundidad de la población española es baja, no llega a la tasa de reposición, y eso provoca que la población sea menor y mayor la edad media. Además, esto se ha consolidado con la crisis económica, porque se está reforzando que la tasa de fecundidad sea más baja y tengamos muy poca reposición de población autóctona.

-¿Cuáles serán las principales consecuencias?

-Se produce un aumento del índice de envejecimiento de la población, que requiere más cuidados, más atenciones. Además, disminuye la tasa de reposición para efectos laborales, aunque esto también hay que analizarlo con relación a la inmigración. Para analizar sus efectos en las pensiones hay que relacionar activos y jubilados. No es nuevo para España, pero se puede compensar con un aumento de activos. Tenemos una tasa de fecundidad baja y eso tiene que ver con una dificultad, que es la crisis económica, por lo que las personas en edad de formar familia lo tienen más complicado y no pueden hacer planes de futuro con una estabilidad razonable que aliente este tipo de conducta, que cada vez está menos al alcance de la mano. Todo esto tiene que ver con las políticas de protección a la familia, que no son suficientes, y con la inestabilidad que caracteriza al mercado de trabajo en España.

-¿Se ha podido hacer más de lo que se ha hecho para corregir esta situación?

-Siempre se puede hacer más de lo que se hace. El mercado de trabajo es una clave decisiva en este asunto y la crisis económica, con la destrucción de tantos puestos de trabajo, y la generación actual de empleo lo hace en unas condiciones de precariedad, inestabilidad y bajos salarios que no está facilitando mucho. Se podría hacer mucho más en apoyo de las personas más jóvenes para que tuvieran una estabilidad en el empleo, como se ha experimentado en otros países.

-Ante este panorama, ¿el futuro de los jóvenes está lejos de Córdoba o se puede reconducir la situación?

-Para muchos está siendo ya un futuro estar lejos de Córdoba. La Andalucía interior, formada por Córdoba y Jaén, sobre todo, ya empezaban a decrecer en 1975. Lo han venido haciendo casi todo el tiempo con muy ligeras excepciones. Esto tiene que ver con la estructura económica de Córdoba, con las oportunidades que tiene la gente de encontrar un empleo.

-Temporalidad y estacionalidad son rasgos del mercado laboral español y cordobés. ¿Hay que modificar la reforma laboral para corregir esto?

-Hay que modificarla cuanto antes. Las leyes que regulan el mercado de trabajo deberían facilitar una mayor estabilidad y una menor temporalidad.

-¿Hay que pensar seriamente en el futuro de las pensiones ante la incertidumbre que hay?

-Es un tema que hay que abordar lo antes posible. Hay que plantear la cuestión para hacer sostenible el sistema de pensiones. Está el debate, pero no se aborda de manera concreta y eficaz. Espero que se tomen medidas en esta legislatura.

-¿Ve algo positivo en este análisis?

-Si hablamos de esperanza de vida, de calidad de vida, Andalucía sigue siendo una región ligeramente más joven que la media española, aunque hay diferencias en Andalucía. En la comunidad hay una especie de vigor poblacional en algunas provincias, donde hay una mayor juventud de la población. Es un aspecto positivo.