NACIMIENTO BAENA, 1959

TRAYECTORIA EN EL MOVIMIENTO VECINAL DESDE 1982. PRESIDENTE DE AL-ZAHARA EN EL 2008.

--De entrada, ¿cómo se puede entender que haya solo una lista y el consenso conseguido? ¿Hay más unión que antaño?

--Sí, hay más unión. Hemos seguido la fórmula de hace cuatro años para que los distritos, a nivel de asociaciones de vecinos, respaldaran la candidatura, aunque no se pueda contar con todos. Hay dos vocalías libres aún que se han ofrecido a la Asamblea para que se integre el que así lo considere. Y también hemos intentado buscar colectivos emergentes que desde las AAVV están trabajando en los barrios, como es el caso de Rafael Blázquez, con Stop Deshaucios, o Rafael Carmona. La idea es también adaptarnos a nuevas realidades asociativas para que se incorporen, o nosotros adaptarnos a ellos. Porque en nuestros frentes volvemos a los años ochenta. Estamos volviendo al trabajo, y no exagero nada, de hace tres o cuatro décadas. Es un retroceso tener que recuperar servicios básicos necesarios, problemas de vivienda de nuevo, empobrecimiento del vecindario, la nueva crisis energética, un entorno familiar que carga con la situación comenzando con los pensionistas que mantienen a sus hijos... Muchas organizaciones, de cualquier índole, están desbordadas, pero también lo están asociaciones de vecinos.

--Madre mía. Parece que se vuelve a las 'trincheras'.

--Se vuelve a lo primario y básico de donde nacieron las asociaciones de vecinos. Es un nuevo inicio, aunque con mucha experiencia. Es volver a extramuros de la ciudad, donde hay más pobreza, aunque en cualquier barrio hay muchos problemas. Tenemos que adaptarnos y parar esas reivindicaciones de infraestructuras y de dotaciones para poner a las personas en un primer lugar y empezar a reivindicar una protección mínima. Y por supuesto, debemos frenar ese problema que hay con la vivienda.

--Y todo eso mientras que hay críticas de que las asociaciones de vecinos, el movimiento vecinal, ha perdido peso social en los últimos años. ¿Es así?

--Bueno. Hace poco hemos pasado un proceso electoral en el Consejo del Movimiento Ciudadano en el que se pretendía eliminar la presencia de las AAVV. Y parece que no éramos tan débiles las AAVV. Ciertamente hay asociaciones que tienen un trabajo cíclico, que paran su actividad y luego vuelven a retomarla. Pero yo quisiera poner en igualdad a cualquier otra federación que tenga esa presencia en la ciudad. También está medio centenar de asociaciones muy estables. Es verdad que quizás estemos entrando en un periodo de adaptación del que saldrá una nueva realidad. Estamos en plataformas como Aire Limpio, Stop Desahucios...

--¿Por qué se habían alejado las AAVV de la sociedad?

--Ahora estamos trabajando como en los años setenta, en donde bajo el paraguas de la APA o de las AAVV se hablaba de reivindicaciones de mayores, de mujeres, de vivienda... Todo aquello se fue especializando y se fraccionó. Ahora nos retiramos de esa atomización, que creemos que fue un error, y volvemos integrarnos.

--Y luego está el problema de los recursos.

--Para el próximo año no hemos visto ni presupuesto para la Casa Ciudadana. Estamos manteniendo esto con nuestros propios recursos... La verdad es que la ciudad está instalada en la desesperanza, en la desilusión.