Se conoce como pubertad adelantada y, lejos de lo que pueda pensarse, no es sinónimo de que la niña que lo experimente (porque se registra más en el sexo femenino) vaya a ser luego más alta o madure antes que la que tenga un desarrollo acorde a su edad. "En los países más ricos se ha notado un auge de esta situación y no se sabe el motivo exacto, pero se relaciona con la sobrealimentación, condicionantes ambientales, mejores estándares de vida, cuidados y vacunaciones. Se da más en menores adoptados, sobre todo asiáticos y afroamericanos, que llegan con más edad a nuestro país", señala el jefe de Endocrinología Pediátrica del hospital Reina Sofía, Ramón Cañete.

En la consulta del doctor Cañete existen unas 100 menores en seguimiento para saber si están sufriendo pubertad adelantada, de las que entre 20 o 25 se encuentran en tratamiento para frenar este hecho y lograr que tengan un desarrollo menos acelerado. La pubertad adelantada no patológica es diferente a la causada por alguna enfermedad o accidente que afectan al sistema nervioso central.

¿En qué consiste la pubertad adelantada? Cañete explica que "no implica sólo que las niñas tengan por primera vez la menstruación, sino que su desarrollo físico se adelantaría a la edad normal, que oscila entre los 10 y 12 años, y en el caso de los chicos, entre los 11 y 13. En el sexo femenino la pubertad supone el paso de niña a mujer, que comienza con el desarrollo mamario, y en el masculino con el aumento testicular. En los chicos es menos frecuente esta situación, porque a muchos la pubertad les llega con retraso. Pero si en las niñas el desarrollo arranca por debajo de los 8 años y en los niños antes de los 9, esto puede afectar a su estatura, que será más baja de la media, ya que una vez las chicas tengan por primera vez la regla ya no crecerán más de 5 o 7 centímetros". Este experto precisa que "una cosa es que la pubertad llegue antes y otra que a la vez lo haga la líbido (deseo sexual), que depende de otras circunstancias y aparece después".

"No existe consenso sobre si frenar con fármacos o no el adelanto de la pubertad. El tratamiento consiste en una inyección de la hormona GnRH, que se pone cada 28 días, y que detiene los cambios durante el tiempo que se estime, según cuánto se haya adelantado la pubertad. Esta medicación no tiene consecuencias sanitarias o reproductivas posteriores y su objetivo es que la menor alcance la estatura y desarrollo externo de acuerdo a su genética y edad. Niñas que fueron pacientes nuestras por este motivo son ahora ya madres y se encuentran perfectamente", añade Ramón Cañete.