El incendio de Cerro Muriano pasará a la historia de la nueva Unidad Militar de Emergencias (UME) como su primera prueba de fuego junto al registrado, también este fin de semana, en Gran Canaria.

Desde el sábado, un centenar de militares del segundo Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM), con base en Morón, en la provincia de Sevilla, colaboran con el Infoca en las tareas de extinción. Ayer, después de que la Junta elevase el nivel de alerta y pidiese "más medios extraordinarios" al Estado, otros cincuenta soldados del UME, procedentes de la base Torrejón de Ardoz, en Madrid, se sumaron al contingente. Dieciocho autobombas, seis nodrizas, equipo de apoyo logístico y hasta dos ambulancias de soporte vital avanzado completan el contingente de la UME.

"Se trata de una ayuda magnífica, es un apoyo táctico impresionante y con su propia logística, que es muy importante", señalaba ayer el director de Extinción, el funcionario de la Junta a cargo de todo el dispositivo del Infoca, y bajo cuyo mando se integró el refuerzo militar.

Junto a él, en el observatorio de la finca los Puntales, desde donde el viernes se avistó el primer fuego, el comandante Castro daba instrucciones a sus subordinados, ocupados en el despliegue de las unidades de intervención en el perímetro de la zona arrasada por el fuego. Los soldados se afanaban en limpiar la zona para evitar que el fuego se reprodujese.

Comandante de Espejo

El comandante Juan Castro, de 42 años, ingresó en el Ejército en el 91. Ahora, al mando de una fuerza de la unidad de emergencias, nunca hubiera pensado que la misión con la que se estrenaría en la UME tendría lugar en su provincia, porque es de Espejo, "y además estuve tres años en la brigada de Cerro Muriano", explica.

La Unidad Militar de Emergencias se creó en el 2005 para intervenir rápidamente en casos de grave riesgo o catástrofe. En Córdoba, han tenido su bautismo de fuego.