La Asociación Española de Pediatría (AEP) mostró ayer su rechazo a que los padres estén obligados por ley a vacunar a sus hijos, pero sí consideró necesario que aquellos que se nieguen, firmen un documento de no aceptación de la vacunación en el que reconozcan su responsabilidad.

La AEP, a través de su Comité Asesor de Vacunas y de su Comité de Bioética, insistió en la evidencia científica que ha demostrado los beneficios de las vacunas, reduciendo las enfermedades infecciosas, el sufrimiento, las secuelas físicas y psíquicas y los fallecimientos provocados por las infecciones.

Los pediatras, que insisten en que las vacunas demuestran ser seguras, recuerdan que en España no son obligatorias salvo en situaciones puntuales de epidemias no controladas que amenacen a la salud pública.

En este sentido, no se muestran partidarios de obligar a vacunar por ley ya que, a su juicio, "podría provocar sentimientos negativos hacia las vacunas en la sociedad; por tanto, la AEP, en el momento actual, con la incidencia de enfermedades infecciosas y las coberturas de vacunación actuales, no se manifiesta favorable a que las vacunas sean obligatorias por ley", remarcan.

Sí creen necesario que los padres, después de recibir una información "precisa y veraz" sobre los beneficios y riesgos de la vacunación "por parte de un profesional de la salud capacitado", deben decidir, "de forma responsable", sobre la aceptación de la vacunación.