Diez días después de declararse el incendio en el mayor vertedero ilegal de neumáticos de España, los niños de Seseña aún no han podido volver al colegio y ayer supieron que no podrán hacerlo hasta el 1 de junio. Una modificación en la técnica de extinción empleada por los bomberos y el cambio de rumbo del viento llevaron a las autoridades a posponer la reapertura de los seis centros públicos y privados con los que cuenta la localidad pese al grave trastorno que la medida comporta para las familias.

La dirección del Plan Territorial de Emergencia de Castilla-La Mancha (Platecam) constató que el viento soplará hoy de nuevo hacia el barrio de El Quiñón, la urbanización construida por El Pocero, situada frente al vertedero, y en los días siguientes lo hará hacia otras zonas. Como la comunidad manchega disfruta de un macropuente entre el 26 (Corpus Cristi) y el 31 (fiesta regional), los niños tampoco se perderán tantos días lectivos, ocho en total, según el Ejecutivo regional.

El cambio en la técnica de extinción se debe a la constatación de que la ceniza acumulada por el caucho quemado estaba prolongando la combustión. Los bomberos han decidido remover las cenizas para acelerar el fuego y lograr que se extinga antes. La contrapartida es que así se genera más humo.

El descontento de los vecinos es cada día mayor. Unas 500 personas se manifestaron el domingo en el colegio de El Quiñón y luego ante el ayuntamiento para mostrar su «monumental enfado» ante un grave problema «que se veía venir» pese a lo cual «no se han tomado las medidas adecuadas». El portavoz vecinal Antonio Ayllón reclamó que su barrio sea declarado «zona catastrófica» y que los afectados reciban las correspondientes indemnizaciones.

Diez días después de declararse el incendio, el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente tomó ayer por vez primera cartas en el asunto. Su secretario de Estado, Pablo Saavedra, aceptó reunirse a última hora con responsables de los gobiernos autonómicos de Madrid y Castilla-La Mancha. Saavedra explicó que se va a crear un grupo de trabajo que elabore un «protocolo que afronte la situación del tratamiento de los residuos y del tratamiento y retirada de los neumáticos que queden sin quemar a la mayor brevedad posible».

La presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, se quejó la semana pasada de la inhibición del Gobierno. H