Los usuarios con más seguidores y menciones en redes sociales como Twitter no son necesariamente los más influyentes, sino que tendrían más peso en la opinión pública los internautas con muchas publicaciones muy especializadas, ha explicado a Efe Emilio Serrano, de la Universidad Politécnica de Madrid.

Este investigador, del Departamento de Inteligencia Artificial, es autor junto con Carlos Ángel Iglesias, del Departamento de Ingeniería de Sistemas Telemáticos (DIT), también de la UPM, de un informe que busca métodos para diseñar, entender y evaluar hipótesis de marketing viral antes de llevarlas a las redes sociales.

Los autores de este informe, recién publicado en la revista "Expert Systems with Applications", sostienen que los rumores buscan condicionar el comportamiento de los demás más allá de la información objetiva.

Por ejemplo popularizar una marca, o desprestigiar la de la competencia; también la difamación de adversarios políticos es habitual en este contexto, ha indicado Serrano.

Un rumor totalmente falso sobre la quiebra de una compañía puede hacer de hecho que ésta quiebre, y en el sentido contrario, exagerar el valor de ciertos activos como acciones o inmuebles ayudaría a disparar burbujas especulativas.

Emilio Serrano ha recordado que la línea de investigación más popular considera al rumor algo así como una enfermedad infecciosa de la que se desprenden distintos estados: susceptible de ser infectado, infectado, y recuperado, que en conjunto es lo que se conoce como modelo SIR.

Lo novedoso de su estudio es que compara el modelo de difusión de rumores con datos reales en Twitter, mientras la mayoría de trabajos anteriores se centran en los mensajes que devuelve Twitter ante una determinada búsqueda etiquetada o "hashtag" pero sin comprobar si efectivamente tratan de un rumor concreto.

Este trabajo es "más realista" porque parte de la consideración de que se reacciona diferente ante contenidos veraces dependiendo de cómo haya sido considerado previamente un rumor, añade el experto.

"Nuestro modelo tiene en cuenta que vamos a reaccionar ante la información veraz de manera muy distinta dependiendo de si hemos llegado a aceptar un rumor (es decir, estábamos infectados y ahora estamos curados), o si fuimos desconfiados o no estuvimos expuestos a él (es decir, éramos susceptibles y ahora estamos vacunados)", afirma.

El control del rumor pasa por esparcir "antirumores", es decir, información veraz que llegue rápido a la mayor cantidad de usuarios de la red, particularmente antes de que éstos hayan difundido el rumor, concluye Serrano.