La icónica gitana de las etiquetas del aceite Carbonell, con sus tradicionales mantón y peineta, ha cedido su espacio a una mujer maliense, una mauritana y una niña siria. Estas singulares ediciones forman parte de una acción solidaria a favor de Acción contra el Hambre, una organización humanitaria internacional que lucha contra las causas y los efectos dle hambre. La empresa cordobesa ha hecho 200.000 unidades con estas nuevas etiquetas y se ha comprometido a donar el 50% de sus ventas a programas de alimentos y agua de la oenegé.

“Estamos muy contentos con la buena acogida que está teniendo nuestro primer producto solidario”, ha tuiteado la aceitera, quien también ha recordado que “cada día 8.500 niños mueren por causas relacionadas con la desnutrición”.

“El tratamiento terapéutico que les salvaría la vida cuesta solo 40 euros”, añade la empresa, propiedad del grupo Deoleo, que se ha propuesto compartir con sus seguidores en las redes sociales casos concretos que muestran el impacto positivo de las ayudas dirigidas al programa contra la desnutrición de Acción contra el Hambre.

“Nuestra mítica andaluza cede su lugar a una niña refugiada que huyó de casa y aún no tiene un lugar definitivo donde vivir”, ha tuiteado Carbonell, quien desea que todos los niños y niñas que han dejado su país por la barbarie de la guerra puedan acceder a la alimentación que necesitan. Con la mujer del cubo, una mauritana, la campaña pone el acento en el agua segura, un recurso básico: “¿Sabías que 844 millones de personas carecen de acceso a un agua segura? Las consecuencias son devastadoras: diarrea, cólera, disentería…”, aseguran.

La mujer de Mali, con su hijo en brazos, ponen caras a la hambruna de un país con serios problemas de desnustrición por la falta de lluvias y el incremento de los precios de la comida. La oenegé agradece la colaboración de la aceitera, pues les permitiré llevar su mensaje "a miles de cocinas españolas".