El 2 de mayo y en la calle del mismo nombre de Alcobendas (Madrid) Mouniz Ayad mató a su expareja y al hijo de ésta, de 12 años, y después huyó. Pero no fue muy lejos, porque ayer una pareja de agentes de la Policía, fuera de servicio, le localizaron sentado en un banco, como si les estuviera esperando.

Apenas a 13 kilómetros del lugar del crimen. Se le veía tranquilo, relataron ayer tarde Alberto, de 41 años, y Lorena, de 36, los dos agentes del Grupo de Atención al Ciudadano de la Policía Nacional que, de paisano, paseaban por el parque Agustín Rodríguez Sahagún, en el distrito madrileño de Tetuán, a las 10.30 horas. Quizá por deformación profesional, los dos policías se dieron cuenta enseguida de que podría tratarse del hombre de origen marroquí al que se buscaba por doble asesinato. La mujer no le había denunciado nunca.

La presencia de Mouniz Ayad levantó sus sospechas y los agentes consultaron con la sala del 091 para confirmar que se trataba de la misma persona, se acercaron a él, se identificaron como policías con su placa y le arrestaron sin que opusiera resistencia ni intentara huir.