Casi 30.000 "pingüinos" y hermanos moteros de "leyenda" han desafiado ese fin de semana el frío intenso en Valladolid y Cantalejo (Segovia), para hacer de Castilla y León el eje invernal de este tipo de concentraciones, con participantes que incluso no han querido perderse ninguna de ellas.

Tras dos años sin convocarse y una escisión dentro del club organizador, los "Pingüinos" volvieron este año a Valladolid, donde han logrado congregar a más de 22.500 moteros, 5.000 menos que los logrados en su última edición, en el 2014.

Sus hermanos de "La Leyenda Continúa" han logrado por su parte reunir a 7.000 motos en Cantalejo, en una emotiva segunda edición a la que han sumado 4.000 participantes más y en la que se consolida la familia internacional, con moteros llegados desde Italia, Francia, Portugal, Bélgica, Iberoamérica e incluso Corea del Sur.

La concentración segoviana ha contado con muchos veteranos que han reconocido que llevan compartiendo la experiencia con el club desde sus inicios, hace 40 años, ya que 1977 tuvo lugar el primer encuentro con 400 participantes, en sus orígenes con la marca Pingüinos en Valladolid, y en 1981 alcanzó los 1.800, aunque no fue hasta 1982 cuando las concentraciones comenzaron a celebrarse en enero.

Varios participantes han reconocido, en declaraciones a la agencia Efe, que conocen los problemas que han surgido en el seno de la organización y que han llevado a la división de la concentración invernal entre Valladolid y Cantalejo.

No obstante, han insistido en que "la esencia y el origen de Pingüinos ahora está en Cantalejo" y han defendido la libertad que caracteriza a los moteros para que "cada uno acuda donde considere".

Eso sí, han sido muchos los que han tomado la decisión de disfrutar de la experiencia en las dos ciudades castellanas y han reconocido que aunque su base esté en Cantalejo, también han visitado Pingüinos a lo largo del fin de semana.

El retorno de Pingüinos a Valladolid ha sido calificado de "rotundo éxito" tanto por la organización del evento, Turismoto, como por el Ayuntamiento de Valladolid.

Aunque el número de inscritos respecto a la anterior edición celebrada en el 2014 ha supuesto un descenso de cerca de 5.000 participantes, lo han calificado de algo "comprensible" debido al parón, aunque el objetivo de Pingüinos "no es romper ningún récord de asistencia", sino ir "mejorando año a año la calidad de las instalaciones".

La vuelta de Pingüinos había suscitado algunas dudas por coincidir en el tiempo con la concentración "La leyenda continúa" en Cantalejo (Segovia), fruto de la escisión de Pingüinos, aunque el club organizador ha insistido en que el mundo de la moto está "más unido que nunca" y que a la "herida" producida por el parón en la celebración de la concentración "no ha habido que cogerla puntos".

En estas mismas líneas se ha expresado el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, quien se ha mostrado rotundo: "Pingüinos ha vuelto, y lo ha hecho para quedarse".

Por su parte, el presidente del club La Leyenda Continúa, Mariano Parellada, se ha mostrado "muy satisfecho" con los resultado obtenidos esta segunda edición, que ha superado con creces los 3.000 participantes del año pasado y que ha definido como "auténtica, emotiva y consolidada".

Participantes, consistorio y organización han coincidido en que esto es solo el inicio de una concentración "de moteros para moteros" y han asegurado que "la leyenda continúa y continuará en Cantalejo".