La hermandad de los Dolores vive en este año una serie de acontecimientos que no sólo quedarán grabados en la historia de la misma, sino también en la de las cofradías y en la de la propia ciudad. La celebración de las bodas de oro de la coronación canónica de Nuestra Señora de los Dolores es una oportunidad para revivir aquel acontecimiento que hace medio siglo distinguió a nuestra sagrada titular con un reconocimiento pontificio que era la segunda vez que se otorgaba en la Diócesis y la primera vez en la capital. Este aniversario se ha visto enriquecido con la concesión por parte de la Santa Sede de un año jubilar que es la primera vez que se otorga a una cofradía de la capital que, en palabras de nuestro obispo, es una oportunidad para "ser llamados a la gracia de la Virgen" a través de la indulgencia plenaria que se logra con el cumplimiento de las condiciones habituales. Estas circunstancias marcan todos los actos de la hermandad de los Dolores hasta el fin del Año Jubilar. Así, como ya es sabido, contaremos con una salida extraordinaria de la Virgen de los Dolores el 9 de mayo, precisamente el mismo día en que se cumple el aniversario de la coronación. En junio, habrá otra salida en la Regina Mater que celebra el 775 aniversario de la consagración de la Catedral y los días 15, 16 y 17 de mayo habrá un besamanos para que nuestra sagrada titular pueda agradecer en la cercanía la fidelísima devoción de sus fieles. Por último, quisiera invitar a todos a participar con intensidad del programa de actos preparado al efecto y que no persigue otra cosa que compartir con la ciudad la devoción que día a día le muestra a la Virgen de los Dolores en San Jacinto.