Cuando vengo viendo en diferentes diarios y oigo en medios informativos lo realizado hasta la fecha por el equipo de gobierno municipal, sus programas y pretensiones, me río por no llorar. ¿Cómo puede hablar de futuro un Ayuntamiento que lo tiene todo paralizado? Recortes de 2,7 millones para obras en barrios, en centros sociales y en espacios emblemáticos como el Polideportivo de la Juventud. Por culpa de una mala gestión, por hacer mal las cuentas. La pena es que el gobierno municipal no ha sido capaz de presentar un proyecto sólido y competente para la Innovación Urbana en Córdoba. Así pues, la mala gestión del cogobierno en Córdoba empieza a tener consecuencias negativas para la ciudad.

La han tomado con el fútbol, las cofradías, la iglesia, el Obispado, la Mezquita-Catedral, la memoria histórica, el Alcázar, los museos, las tunas, los artistas callejeros, la violinista del puente... Y así podríamos seguir, prohibir dictatorialmente o hacer daño a todo lo que les molesta, eso sí, escondiéndose. Porque parece que estos grupos de trabajo, estudio e informes, bien remunerados, han tardado un año en descubrir la pólvora ya que sus propuestas, como he dicho, no son más que reiteraciones históricas de los cordobeses. Y ahora, no contentos con el dasaguisado van a por los chorritos de agua de las Tendillas.

Que unos responsables municipales nada más llegar al gobierno de una ciudad pongan en marcha grupos de trabajo para que los agentes económicos y sociales den sus propuestas para afrontar proyectos de futuro denota, por un lado, la carencia de ideas de esos políticos y por otro lado el desconocimiento sobre la realidad de su ciudad.

¿Y ahora qué?, pues ahora imagino que nada, porque este tripartito de facto que sufrimos en Córdoba es una chapuza que ha necesitado un año para enterarse de cosas que sabe cualquiera.

Lo positivo es que Ambrosio y García ya no tienen excusa, porque ya les han dicho muchas cosas necesarias para Córdoba. Ya está bien de no dar la cara, o es que... ¿No saben que hacer? El Ayuntamiento debería revisar su política turística, si es que tiene alguna idea clara en este campo, porque va traspiés tras traspiés, lo que no sería transcendente si no afectase al día a día de la economía de las empresas y a las opciones de empleo de los cordobeses. Realmente vergonzoso.

Tal vez por eso, precisamente, no ponen en funcionamiento los chorros de agua de las Tendillas, porque estos dan frescor al visitante, al turista, e invitan al consumo y el empleo. Porque quizas este agua, por otro lado emblemática, la estén utilizando en aclararse las ideas, que buena falta les hace. Será por el calor. H

Joaquín de Haro Morales

Córdoba