En Los Pedroches nos sorprende el auténtico cachondeo que se ha traído con la demanda de que pare al menos un servicio del AVE al día en Los Pedroches. Primero, con las excusas para construir la estación, y ahora, con el retraso en que se aproveche esta infraestructura.

Y es que en Los Pedroches no es que nos tomemos las cosas a pecho, es que nos la tomamos en serio. Quizá por eso, y pese a los miles de veces razonados argumentos de expertos, aún hay graciocillos (también en la capital, pocos, pero los hay) que no nos comprenden. Son bromistas de ánimo negro que hablan de la "ruina" que será el proyecto, pero para no darle al proyecto una oportunidad. Expertos de oídas que hacen chistes pregutándose dónde estarán los pasajeros, quizás a fuerza de ignorar tanto a Los Pedroches que ni se creen que allí viven personas. Graciosetes chuscos que hablan de derroche de dinero sin mirar el beneficio que traerá a todos la estación y sin avergonzarse de lo que se ha despilfarrado en tantísimos lugares de España. ¿O empezamos preguntando, por ejemplo, por el dinero gastado con el Palacio del Sur?

Porque lo primero que hay que reconocer es que Los Pedroches le debe muy poquito a nadie. Todo lo ha sacado por su esfuerzo propio, sin llorarle a ninguno, sin esperar nada, sin buscabichos de la subvención. Por ejemplo, ha conseguido, pese a su suelo casi yermo, de apenas un palmo de tierra hasta tocar roca madre de granito, que su nombre se conozca en los cinco continentes por sus productos. Y todo ello a pulso, a pulmón, a pelo, a corazón abierto... Claro, cosas como éstas no las comprenden los bromistas del no dar un palo al agua.

Por eso esta lucha se va a ganar. Porque es gente "fuerte como la encina, dura como el granito", como dijo Antonio Merino, del blog Solienses . Porque en Los Pedroches no estamos para bromas.