Hay que ver cómo nos ponemos estupendos cuando se trata del parné ajeno, toda la vida de Dios se ha dicho que qué fácil es disparar con pólvora ajena cuando el dinero es del otro. Al actor francés Gérard Depardieu lo están poniendo "de chupa de dómine" porque ha plantado la barriga diciendo que hasta aquí hemos llegado y que el 80% del salario lo va a pagar Rita la cantaora en concepto de impuestos. Los de siempre, los enemigos, de boquilla, del capital ya andan diciendo que Depardieu se ha hecho el ruso para evadir impuestos, cosa falaz y miserable puesto que este señor no se niega a pagarlos sino solamente a trabajar para que el Estado se lleve la parte del león como hacían los capitanes bucaneros a la hora del reparto. No debe de ser plato de gusto hacerse ruso y cenar con Putin, pero el actor habrá pensado que más vale tratarse con golfos a cara destapada que con estados golfos y ladrones a cara cubierta con mucho paño caliente y mucha demagogia social. Porque, a ver, ¿quién critica a los futbolistas de élite, o a otros deportistas con domicilio fiscal en Mónaco o en Andorra?, pero no, bula casi papal medieval y total habemus en ese campo. Otra cosa es que pensemos que los actores y demás artistas ganan una barbaridad desmesurada e incomprensible, pero eso es otra cuestión. Ahora piénseselo usted, ¿no se ha quejado ya en voz alta porque el Estado nos va a chorizar el 20% de los premios de los juegos de azar superiores a 2.500 euros? ¡Y eso que no ganamos nunca, pero por si acaso! Menos hipocresía. Depardieu, este jueves, tras la Primitiva, hazme sitio allí.

* Profesor