Las cinco mentiras de la sociedad

En los últimos tiempos, la prevalencia de la mentira sobre la verdad se ha ido acrecentando, ya que en las «sociedades líquidas» la mentira fluye aceleradamente. Recientemente, en los diálogos de Teología de Almudí 2017, organizados por la Biblioteca sacerdotal Almudí y la facultad de Teología San Vicente Ferrer, de Valencia, Jaime Mayor Oreja, presidente de la Fundación Valores y Sociedad, y exministro de Interior de España, desarrolló una ponencia centrada en «La vida: política e ideologías», en la que destacó cinco grandes mentiras que se han ido extendiendo en los últimos años. Así, en primer lugar, subrayó el hacer creer que la crisis que estamos viviendo es económica, financiera y política y no de carácter moral, ya que se considera que la moral está dentro de nosotros mismos, de nuestras conciencias, de la persona. «Por eso, las instituciones que más han padecido esta crisis son las que están más vinculadas a la verdad», dijo el exministro, citando como ejemplo la familia o la descristianización de Europa. En este sentido planteó que la crisis no ha acabado puesto que todavía se tiene que dilucidar la confrontación entre el relativismo moral, que ha dominado la sociedad hasta ahora y el extremismo o populismo que ha surgido como reacción. La segunda mentira es afirmar que no existe un orden mundial nuevo. Para Jaime Mayor, se ha desarrollado un nuevo orden mundial, fruto de una «sociedad líquida sin valores sólidos y permanentes, en la que la única referencia es el dinero». En tercer lugar, decir que este nuevo orden es inocuo para los valores cristianos, es otra de las grandes mentiras. Mayor Oreja no dudó en señalar que los nuevos tiempos tienen «obsesión por destruir los valores cristianos en términos de civilización y reemplazarlos por la nada». Y aunque este nuevo orden mundial está condenado al fracaso, tiene una gran capacidad de destrucción. Por eso, animó a los cristianos a dar un paso al frente y huir de la incomparecencia cultural, en el gran debate de los principios prepolíticos que determinan el futuro de nuestra sociedad. En cuarto lugar, sostener que el debate político es el de siempre, que no ha cambiado, es otra mentira. «Se prefiere decir que se está en un debate entre izquierdas y derechas, entre liberales y socialistas, entre cristianodemócratas y socialdemócratas». Pero, para Mayor Oreja, el único debate que existe en la actualidad es el que protagoniza el relativismo y el extremismo o populismo. Por último, afirmar que ante este nuevo y único debate, lo más urgente es nuestro alineamiento, bien sea con el orden mundial o con el populismo, es la quinta mentira. «No oculto mi desconfianza hacia unos y hacia otros», subrayó Mayor Oreja. La actitud correcta, para él, es dar una visión diferente de esa crisis total que padece la persona. Ante estas cinco mentiras, estamos obligados a ir a la raíz, buscando y defendiendo la verdad. Sólo un cambio en las personas puede hacer frente a la crisis que padecemos.