pPOLITICA

nAl presidentedel Gobierno N

***Agustín Trenado Recio

***Córdoba

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Con todos mis respetos, señor don Mariano, se viene hablando mucho de la crisis. Hace algún tiempo escribí a nuestro Diario CORDOBA, concretamente el día 7 de mayo del 2009, una carta, la cual fue publicada, hablando de la ida y venida de la crisis. Hoy me mantengo en lo dicho. Decía un amigo: "¿Dónde está la crisis, que me la como?"

¿Se le puede llamar crisis a infinidad de personas que se pueden permitir el lujo de ir todos los años de veraneo, y en medio del año ir de excursiones o alquilar una casa en la Sierra de lujo?

¿Pobres? ¡Pues claro que hay pobres! siempre los hubo y los seguirá habiendo; mientras que los gobernantes, que son los que pueden evitarlo, no hagan cumplir --si no por las buenas, sí por decreto-- a los patronos que inviertan, pues siempre habrá pobres. Pero ¡claro! como decía don Quijote, aquí hemos topado con los que tienen que hacer cumplir esas leyes, esos son los que más tienen, y por lo que se está viendo, ninguno quiere tirar piedras a su tejado. Y por otro lado, ¿por qué no hace usted, señor Rajoy, una excepción, sin que sirva de precedente, puesto que usted, como español que es y tanto quiere a España, le deja el mando, por un tiempo determinado, a aquél que más promete? ¿O es que las ansias de poder y querer representar --e incluso se han dado casos de abandonar a su familia--, pueden más? Perdone. Tengo 85 años. Y jamás de los jamases he visto tantos ministerios, tantos delegados, tantas subdelegadas. Si nos paramos a pensar, hay más de media España viviendo a costa de las tres cuartas partes que trabajan. Aunque siempre los hubo. ¿Pero no va a haber pobres? Esta carta, bien o mal escrita por un ciudadano que nunca tuvo el privilegio de ir a la escuela, deseo, a poder ser, que sea publicada.

pSOCIEDAD

nNepotismocorrupto N

***José Enrique Centén

***Sieteiglesias (Madrid)

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Los medios y ciertos partidos han saltado cual resorte por el nombramiento de Rato como consejero de Telefónica. No entiendo tal espanto: si nos ceñimos a la historia desde 1700, principio de la dinastía borbónica, es lo habitual, se inicia con la entrega de Gibraltar a Inglaterra por su apoyo frente a los Austrias.