Tal como lo vi, te lo cuento. Una larga cola de padres y niños se formó en la plaza Mayor de Palma del Río para entregar las cartas a los Reyes Magos. Entre el gentío caminaba, como uno más, el alcalde. Entonces su majestad Melchor le indicó amablemente que se aproximara sentándolo en su regazo cual un niño inocente al que pidió su carta y le relatara los regalos que había pedido para 2018. Así, tal como suena fueron los hechos. El regidor participó de la estampa navideña con naturalidad.

Supongo que le habrá pedido unos presupuestos municipales sociales, que esta noche deberán ser aprobados por la corporación, en una las sesiones más interesantes del año como hace unos días la tuvo la ciudad de Cabra donde el gobierno del partido popular con los andalucistas aprobaron las cuentas. Aquí estará sobre la mesa el inminente hospital Vega del Guadalquivir. Un proyecto real que comenzarán sus obras en los primeros meses del año, día arriba o día abajo, pero confirmado con presupuestos europeos y con empresa ejecutora.

Las primeras partidas de los fondos Edusi van a permitir proyectos consensuados y necesarios para construir una ciudad sostenible. Estamos hablando de más de seis millones de euros. Y seguro, que se despejan dudas y emplazamientos de la nueva biblioteca pública. A la par, el Obispado de Córdoba irá resolviendo su estrategia con el convento de Santa Clara y el edificio inacabado del V Centenario. Obras tan importantes como la calle Feria, Castelar y plaza de España comenzarán y otras como la Fuentecilla de los Frailes deberán concluir. Y deberá profundizarse en políticas de empleo, formación, cultura y bienestar social como el nuevo edificio para la discapacidad y la integración. Alejados de demagogias y particularismos, esta noche toca presupuesto y ojalá mañana tocase el gordo en el número 21.241; a todos los palmeños nos tocan presupuestos y lotería. La carta y los décimos ya los tienen los Reyes Magos.

* Historiador y periodista