Lucena despidió de forma multitudinaria a su patrona, María Santísima de Araceli, que lo es también del campo andaluz, cuya imagen fue trasladada en procesión al Real Santuario de Aras. La noche del sábado tuvo lugar la misa de despedida y a las siete de la mañana del domingo se ofreció la misa de romeros en la iglesia mayor de San Mateo. Centenares de fieles acudieron a dicho acto, uno de los más emotivos del calendario aracelitano y que contó con la asistencia del alcalde, Juan Pérez, miembros de la Corporación Municipal, responsables Policía Nacional , Guardia Civil y Policía Local, miembros de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli, con su hermano mayor, Rafael Ramírez Luna, la aracelitana mayor, Araceli Dorado, y su corte de honor, formada por Carmen Almagro, Araceli Arévalo, Carmen Campaña, Marina Delgado, Rosa María Osuna y Araceli Roldán.
La cuadrilla de santeros bajaba el paso desde el altar mayor de San Mateo en torno a las ocho de la mañana e instantes después el disparo de cohetes anunciaba la salida del templo y centenares de lucentinos, romeros y devotos esperaban a María Santísima de Araceli para acompañarla en su romería, que contó con la participación de decenas de caballistas así como de numerosas personas a bordo de coches de caballos, remolques, camiones y toda clase de vehículos. La Virgen de Araceli lucía espléndida sobre su trono romero en su recorrido procesional, cerrando el cortejo la Banda de Música de Lucena dirigida por Miguel Ángel Gómez.
En la puerta de la Mina, como manda la tradición, la procesión fue despedida por autoridades y algunos lucentinos que por distintos motivos no pudieron acompañarla hasta la cumbre de la sierra. La jornada fue especialmente calurosa y los santeros acusaron el durísimo recorrido que supone esta procesión de subida. Como también es tradicional, numerosos jóvenes le hicieron más llevadero el empinado recorrido ayudándoles a llevar el paso en algunos tramos. Destacar finalmente que el recorrido se completó con la llegada al Real Santuario de Aras.
