La Cueva del Angel de Lucena aspira a convertirse en Patrimonio de la Humanidad, dado que es uno de los enclaves más importantes del mundo y uno de los lugares donde primero se utilizó el fuego, según han informado el arqueólogo Cecilio Barroso y el concejal delegado de Cultura, Manuel Lara. Un equipo de expertos está trabajando este verano en el complejo municipal en la catalogación de los restos aparecidos en la cueva, que serán entregados a la Consejería de Cultura de la Junta para que proceda a la certificación de los mismos. Estos restos serán estregados en septiembre y deberán volver a Lucena para finales de año, con el objetivo de que pasen a formar parte de los fondos del Museo Arqueológico Local.

Manuel Lara ha indicado que se espera la visita de la nueva Consejera de Cultura, Rosa Aguilar a la Cueva del Angel y que la misma sirva para impulsar las excavaciones que se pretende llevar a cabo durante el próximo verano, dado que llevan varios años paralizadas, pese a estar catalogadas por los expertos como uno de los yacimientos más importantes a nivel mundial. En ellas el objetivo ahora es poder analizar el ADN de los nuevos restos que aparezcan para conocer qué enfermedades padecían los hombres del Neolítico, dentro de un estudio biomédico con el que se pretende avanzar en el conocimiento de los males de entonces y de su evolución a los largo de los siglos, investigando si los mismo se corresponden en alguna medida con los que padece el hombre en la actualidad.

En este sentido cabe destacar que un total de 70 investigadores de países como Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos, Italia, España y otros están trabajando en el proyecto de la Cueva del Angel de Lucena desde distintas vertientes, participando en el mismo entidades como las universidades de Harvard, Barcelona o Ferrara, así como la Fundación Biomédica del Hospital Reina Sofía de Córdoba. Cecilio Barroso ha indicado que este trabajo está dando sus frutos para conocer cómo eran los habitantes de la cueva, su forma de vida y sus costumbres. Barroso ha señalado que este lugar fue pionero en el uso del fuego a nivel mundial y acogió a los primeros agricultores.

Prueba de ello es que el hogar donde se guarecían sus habitantes tiene varios metros de altura de acumulación de restos quemados, cosa que no sucede en ningún lugar conocido hasta el momento.

Resaltar asimismo que la Cueva del Angel contaba con un lugar destinado a la práctica de los rituales funerarios , existiendo pruebas de que los cadáveres eran descarnados y los huesos arrojados por un boquete a la sima existente bajo ella.