En la edición del año 2016 ha ido bien la actividad, pero la lluvia ha perjudicado los resultados. Esta fue la sensación transmitida ayer por algunos feriantes, que tras la tormenta de la mañana todavía confiaban en que por la tarde saliera el sol y remontara la afluencia de público.

En este sentido, en la taquilla de El Laberinto se encontraba Oliver Romero, que afirmó que «esperábamos terminar bien la semana» y, por esto, ayer se habían quedado con «un sabor agridulce». En el conjunto de la Feria, han registrado «días buenos y otros más tranquilos», pero según explicó «los días que llueve, normalmente, son una pérdida para las atracciones».

En los coches de tope infantiles, Fernando Alberto, de Bilbao, comentó que «hemos empezado bastante bien la actividad», pero «un día como este estropea bastante el resultado». Este feriante señaló que «comparado con el año pasado, la venta iba mejor este año». Asimismo, apuntó en referencia a la tasas municipales que tienen que abonar para trabajar en El Arenal que «si el Ayuntamiento nos baja los recibos, estaríamos dispuestos a reducir los precios».

Las calles de las atracciones presentaban a mediodía una imagen poco habitual, al tener la mayoría de los cacharritos apagados y muy poca afluencia de público. De este modo, solo algunos empresarios se animaron a encender las máquinas y en otras, los trabajadores retiraban el agua para permitir su uso.

En cuanto a la evolución de la Feria en los días anteriores, Gregorio Carrasco, que tenía un puesto de algodón de azúcar en la calle del Infierno y procede de Lucena, comentó que «algunos días han estado mejor y otros no», y apuntó que este trabajo «se hace bastante pasado, aunque ya está uno acostumbrado», porque pueden pasar hasta 17 horas en su puesto.

La misma idea fue trasladada por José Antonio Carrero, de la noria, que destacó que «esta es una atracción con más tirón que otras» y subrayó la dureza de los horarios, al tener una jornada desde las 14.00 hasta las 5.00 horas de la madrugada, con una parada para el almuerzo y una «cena ligerita». H