Ayer falleció Ramón Medina Hidalgo, nacido en Córdoba, en la calle Cabezas, en el año 1920. Era hijo de Ramón Medina Ortega. Su padre fue un fértil y muy popular compositor, aunque nunca llegó a tener los conocimientos musicales del hijo. Fue éste quien recuperó más de sesenta composiciones de su progenitor, muchas de las cuales han sido grabadas por grupos de música popular y hoy constituyen trozos de la historia de la ciudad de Córdoba,

Medina Hidalgo comenzó a estudiar en el Conservatorio de Música cordobés en 1931, cuando éste se ubicaba aún en las inmediaciones de la calle Espartería. Al concluir la carrera, decidió probar suerte en Madrid, para perfeccionar su educación musical y llegó a ser director de la Masa Coral. De regreso a Córdoba, aprobó las oposiciones para profesor de Piano en el Conservatorio y como tal ejerció hasta su jubilación.

Con la jubilación se abrió otra etapa brillante en la vida de Ramón Medina cuando en 1988 el Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba quiso dotarse de un orfeón con el fin de cubrir una doble faceta musical. Por un lado, cultivar la música sacro--polifónica, tanto en concierto como la parte activa de las celebraciones litúrgicas, y por otro, divulgar la música popular cordobesa, dándole el carácter de música a capella, a diferencia de otras agrupaciones filarmónicas que cuentan con rondallas u orquestas. Ramón Medina fue el elegido para ponerlo en marcha y dirigirlo.

El Orfeón Cajasur se consolidó y hoy es conocidísimo en muchos lugares de la geografía andaluza, realizando una media de cincuenta actuaciones anuales. Sus integrantes son voluntarios y el Orfeón no cobra por actuar. Ramón Medina fue su director durante una docena de años, contagiando a todos la felicidad que le suponía componer e interpretar las piezas musicales.

Recientemente dijo que los primeros recuerdos que le visitan pertenecen a su padre guitarra en mano y camino de la Peña del Limón, en el bar Casa Pepe el Pancho, del barrio de San Agustín. Y allí se pasaba las tardes enseñando sus nuevas canciones a los amigos y cantándolas a coro siempre con un medio por delante, como no podía ser de otra manera.

Si se menciona en Córdoba a Ramón Medina, enseguida nos viene a la mente y al tarareo la Serenata a la Mezquita: "Como grabado por buril moro, visión sublime de un poeta emir / Córdoba tiene su lecho de oro cerca del viejo Guadalquivir / y en el encanto de las plazuelas brindan las fuentes con su rumor / coplas de amores que a las vihuelas llevan al canto del rondador". Y si hoy se recuerda esa canción es gracias a Ramón Medina, padre, que la creó, pero también a Ramón Medina, hijo, que la puso en el pentagrama. Fue el encargado de musicalizar sus poemas y le dió la dimensión que se merecía. Entre su extenso currículum, ha ejercido como profesor de piano durante muchos años, compuso música comercial y estuvo muy vinculado a los medios de comunicación. Se reconoce como un gran aficionado al jazz y comenzó su andadura como compositor con el grupo Cántico , musicando versos de casi todos los poetas que lo componen. Su música llegó a países como México.

Su padre compuso otras numerosas melodías populares, como "Cordobesita" o "Caminito de Santo Domingo", pero fue el hijo, con su buen hacer musical, quien ha posibilitado que en el siglo XXI se sigan cantando las obras de su padre.

El 24 de febrero del 2010 la música cordobesa le rindió un homenaje por su intensa dedicación a la música. Fue en el auditorio del Conservatorio Superior Rafael Orozco, donde el homenajeado tuvo ocasión de saludar a muchos amigos que reconocieron su labor de creación y difusión a lo largo de los años.

El acto comenzó con sendas intervenciones del director del Conservatorio, Juan Miguel Moreno Calderón, y Víctor Castro, representante de la plataforma ciudadana que impulsó el homenaje. Y finalizó con un recital de canciones para piano y voz de Ramón Medina con textos de poetas cordobeses, a cargo de la soprano Carmen Blanco, el tenor Juan Luque y los pianistas Andrés María Cosano Molleja y Antonio López Serrano. Otro de los participantes fue el poeta Pablo García Baena.

El 24 de octubre del 2010, festividad de San Rafael, Ramón Medina Hidalgo recibió también la Medalla de Oro de la Ciudad, una de las mayores distinciones que se entregan desde el Ayuntamiento de Córdoba. El acto tuvo lugar en el Alcázar de los Reyes Cristianos, y entre los homenajeados también se encontraban el portero de la selección española de fútbol Pepe Reina y el creador artístico Ginés Liébana, que fueron elegidos Hijos Adoptivos.

Cientos de personas relacionadas con el mundo de la música, autoridades públicas y civiles, pasaron a lo largo de la jornada de ayer por el Tanatorio de Córdoba para dar su último adiós a una de las figuras más relevantes de la música del último siglo en Córdoba. RAFAEL CASTRO AVILA

OTROS FALLECIDOSAntonio Peña González. CórdobaIldefonso Muriel Toledano. 83 años. Córdoba.Rafaela Bernal Serrano. 83 años. Córdoba.Faustino Almirón Escamilla. Córdoba.Carlos Cerda Gómez. Córdoba.Francisca Galván Caballero. Córdoba.Antonio Gómez Ramírez. 70 años. Lucena.Felipe Ruiz Carrasco. 86 años. Lucena.