Hoy, a las diez y treinta, en la Iglesia de San Juan y Todos los Santos (La Trinidad) se oficiará la misa funeral por el alma de Rafael Salinas González, fallecido en la tarde del día trece. Rafael Salinas, nacido en una familia acomodada cordobesa, se crió en un ambiente donde el cordobesismo se palpaba por todas partes. Y bien pronto se enamoró de los patios, el flamenco, los toros, y, cómo no, de la mujer cordobesa y de una bella dama (Emilia, que hoy llora su ausencia) con la que se casó, disfrutando después de sus cinco hijos. "Para hablar de flamenco y de toros hay que hacerlo con Rafael Salinas", decían sus amigos. Fue secretario del Seminario de Estudios Flamencos de la peña Flamenca de Córdoba, director y presentador (durante cerca de veinte años) de los programas flamencos Aula flamenca , Andalucía Canta y Radio Cadena Flamenca , emitidos en las emisoras La Voz de Andalucía y Radio Nacional de España. Fue miembro de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera. Formó parte del jurado de innumerables certámenes flamencos, entre ellos el Concurso Nacional de Cante Flamenco de Córdoba desde su inicio en 1956. Predilectos para él fueron Fosforito en el cante, Pilar López en el baile y Ramón Montoya en la guitarra, a los que consideraba los más grandes. En el mundo del toro tuvo la satisfacción de conocer y tratar a Rafael Guerra Guerrita , a Rafael González Machaquito , a Juan Belmonte y a Antonio Cañero, siendo amigo personal de Manuel Rodriguez Manolete , con quien compartió innumerables vivencias, siendo de los últimos que lo saludó en la habitación del hotel la fatídica tarde de Linares. Ha sido creador y fundador de la Tertulia Taurina El Castoreño y del Aula Flamenca del Real Círculo de la Amistad de Córdoba. Infinidad de conferencias sobre flamenco y toros, junto a un número imposible de enumerar de artículos jalonan su brillante palmarés. Mientras la salud se lo permitió, fue fiel a su tertulia diaria en Casa Curro, en la plaza de la Trinidad. Allí, alrededor de una copa de vino, hilvanaba con los amigos infinidad de temas siempre tratados con un gusto exquisito. Porque Rafael era un señor. Más todavía: un gran señor cordobés. Era certero en sus comentarios y, como tenía una memoria infalible, enseguida aportaba el dato o fecha sobre cualquier acontecimiento. Córdoba ha perdido a un gran hombre. Un cordobés de pura cepa.

Conocí a Rafael Salinas siendo yo muy joven. Por entonces, se pasaba muchas horas dedicado a su programa de flamenco en la emisora La Voz de Andalucía y siempre me comentaba algo relacionado con este o aquel cantaor y de algún torero que despuntaba. Amaba al flamenco y al mundo del toro tanto como a su familia, que ya es decir. Desde la primera edición del Certamen Nacional de Fotografía Taurina, lo nombré miembro del jurado y solo dejó de formar parte cuando la vista le falló, hace dos ediciones. La Tertulia Taurina La Montera le distinguió con el título honorífico de Aficionado Ejemplar por su defensa acérrima del mundo del toro. Para defender su postura y opinión, siempre ponía un claro ejemplo. Era, ya digo, un hombre cabal y educado en el trato y un cordobés admirado y respetado. Un hombre de categoría. Con él desaparece un estilo de vida.

Hoy, después del funeral, será incinerado y sus cenizas reposarán en el columbario existente a los pies de su querido Cristo de la Providencia, del que era muy devoto. Descanse en paz el último gran amigo de Manolete y de quien tuvo la suerte de tratarlo. LADIS

OTROS FALLECIDOSTeresa Sánchez Pérez. 91 años. Córdoba. José Hurtado Barrilero. Córdoba. Micaela Carrasco Martínez. Córdoba. Emilia Amaya González. Córdoba. Matilde Salazar Gallardo. Cabra. Natividad Chacón Cantos. 83 años. Puente Genil.