En el curso 2009/2010 se produce un salto importante en el sistema educativo al abrir la puerta a que las tecnologías de la información y la comunicación se convirtieran en una herramienta fundamental en el proceso de enseñanza y aprendizaje. La Escuela TIC 2.0 llega ese año a los alumnos de 5ºy 6º de educación Primaria, y el curso siguiente a los de 1º de ESO. En ambas entregas se repartieron alrededor de 28.000 portátiles en Córdoba. Pizarras interactivas, cañones de proyección y equipos multimedias son los dispositivos que se sumaron a unas 690 aulas dentro del reto tecnológico que pretende transformar el sistema educativo tradicional. Tres años después, y debido a los recortes dictados por el Gobierno central, la Junta se vio obligada a frenar y redefinir este ambicioso objetivo para que no hubiera retroceso.

La universalización de la educación ha sido una conquista sin precedentes, porque la educación es la patria de la igualdad de oportunidades. Junto a ello, el aumento de plazas para niños de Infantil, el Plan de Apertura de Apoyo a las Familias y los centros bilingües son otros de los avances. También hay que resaltar la disminución de la ratio. Hace 30 años, un profesor tenía que estar al frente de una clase con 35 alumnos y algunos de ellos con necesidades educativas especiales. Hoy eso es impensable.

No se puede pasar por alto el desarrollo que han experimentado las infraestructuras educativas desde los años 80, dotando a la provincia de una red de centros más acorde a la demanda. El plan Aula 2000, la conciliación de la vida familiar con el plan de apertura de centros y servicio de comedor, o el impulso a la Formación Profesional y la sociedad del conocimiento son algunos de los pasos dados en las tres últimas décadas, además de los centros bilingües, la progresiva gratuidad de los libros de texto, la concertación de Infantil o el plan de salud laboral.

Históricamente, en Andalucía, y por ende en Córdoba, se ha partido con desventaja con respecto a la educación en relación con otras comunidades de España. Por eso, sus índices de recuperación son siempre conforme al propio índice anterior, no solamente en relación a la media. En cualquier caso, se avanza de manera significativa. Por ejemplo, el 91% del alumnado de la ESO en Andalucía en estos momentos continúa sus estudios postobligatorios, bien en ciclos de grado medio o bien en Bachillerato. También se está avanzando en comprensión lectora, en razonamiento matemático y en todo el ámbito de las ciencias, frutos que responden a los resultados de diferentes planes, programas, etcétera, puestos en marcha en los últimos años. Eso sí, no se puede avanzar sin dedicar una parte importante del presupuesto a educación.