Marta Gómez es profesora de Biología y actual jefa de estudios en el IES Rafael de la Hoz. En los últimos cuatro años se ha encargado de la coordinación de Escuela, Espacio de Paz y ha sido responsable del Programa de Alumnado-Ayudante.

-‘Somos Refugio’ tiene formato de revista, pero detrás hay todo un trabajo educativo, ¿en qué ha consistido?

-El IES Rafael de la Hoz quiso desarrollar el proyecto Somos Refugio para celebrar el Día de la Paz del curso pasado, con el objetivo de educar a nuestro alumnado en acciones solidarias y humanitarias. A lo largo del mes de enero se trabajó desde todos los departamentos didácticos con el objeto de mostrar una realidad que no podemos ignorar y mucho menos dar la espalda. Intentamos educar a nuestros niños para que en el futuro velen por la buena convivencia y la solidaridad de todas las personas, más aún cuando estas, vengan de donde vengan, necesitan nuestra ayuda.

-¿Es el IES Rafael de la Hoz un centro refugio?

-Sí, ese es el sentimiento que nos une, el de solidaridad y apoyo a las personas que buscan refugio en nuestro país, gracias a la oportunidad que hemos tenido de haber conocido la realidad de los refugiados en el mundo. Nuestro centro acogió la fiesta de bienvenida que la Asociación Cordobesa de Amigos de los Niños Saharauis celebró con las familias de acogida, mostrando que un centro educativo es algo más que un reciento donde dar clase.

-De hecho, acogieron el pasado curso a dos alumnos sirios.

-Nuestro centro tuvo la suerte de acoger a una alumna y un alumno sirios. Su presencia entre nosotros nos animó a intentar profundizar en la realidad de los refugiados, en sus razones, su sufrimiento y en la actitud hipócrita del mundo más desarrollado. Su integración en el centro fue satisfactoria. Los demás alumnos se sensibilizaron y ayudaron. Por otra parte, la situación de estos alumnos es compleja: vienen muy afectados emocionalmente aunque forzados por las circunstancias a superarlo. No obstante, los progresos son lentos, las familias se ven obligadas por su escasez de recursos a vivir muy hacia adentro sin abrirse al nuevo entorno, por otra parte desconocido para ellas y, a veces, experimentado como amenazante.

-¿Cuáles fueron sus principales necesidades?

-La principal, aprender el idioma, pero también saberse aceptado, reconocido, tener un sitio entre todos, amén de las necesidades económicas de sus familias.

-¿Consiguieron adaptarse sin problema?

-No, no es fácil. A pesar de su empeño y el nuestro, la situación es compleja. Ellos están aquí huyendo de la guerra, pero su último objetivo es volver a su país, volver a su vida...A pesar de esto, creo que el instituto ha contribuido a normalizar su vida, a que tengan la vida que corresponde a un adolescente de su edad.

-En su opinión, ¿están los chicos lo suficientemente concienciados sobre el tema de los refugiados?

-Algo sí, pero tenemos que seguir nuestra labor de concienciación, proporcionándoles información y dándoles la oportunidad de reflexionar y posicionarse frente a problemas como el de los refugiados.