"Nos conocemos desde 1997, éramos unos niños en el mismo equipo de kárting, soñábamos con luchar por el Mundial de F-1 en el mismo equipo y lo hemos hecho". La primera reflexión de Lewis Hamilton fue para su compañero. Sabe bien que un título tiene el valor que le dan los rivales. "Este título es mucho mejor que el del 2008. Es una experiencia mística", añadió extasiado ante la mirada de su padre, Anthony; de su hermano, Nicholas; de su novia, Nicole Scherzinger, ante el aplauso de todo su equipo. "Ha ganado el mejor piloto del año", corroboró Nico Rosberg, sin perder su sonrisa.

No muy lejos de las celebraciones del box de Mercedes, Sebastian Vettel se despedía de Red Bull. Una tablilla, una bandera alemana y algunos saludos. Una despedida triste para quien ganó los cuatro títulos anteriores con el equipo azul. Se va tras un año de sufrimiento hasta el final, porque, de nuevo, ayer fue superado por Daniel Ricciardo.

Los dos salían desde el pit por una sanción y el australiano acabó cuarto en otro carrerón, mientras el alemán solo pudo ser octavo. Tres victorias del australiano por ninguna de Vettel; 71 puntos más para el chico de Brisbane, una paliza. Vettel se marcha vapuleado a Ferrari, donde, dicen, Marco Mattiacci (el sustituto de Stefano Domenicali) tiene los días contados.

Matiacci apenas sonrió en la foto de despedida en el box con Alonso. El asturiano eligió un casco especial, y con un ignífugo también especial (con la bandera de España y la Asturias) se reverenció ante todo el grupo, ante los mecánicos e ingenieros, que le adoran. Se va a McLaren, secreto que destapó ayer el rey Juan Carlos en la parrilla. Solo falta por decidir su compañero. A él le gustaría Button, otro campeón del mundo, pero el equipo prefiere al más económico Kevin Magnussen.

La presentación tendrá lugar alrededor del día 28 en Woking, y su debut será el 1 de febrero en Jerez. "Siempre que llegas a un equipo nuevo debes hacer muchas cosas en invierno: reuniones, hacer los asientos... Me queda bastante trabajo", afirma el asturiano, para quien McLaren y el motor Honda suponen un soplo de esperanza en su carrera: "Ya os lo había dicho, lo mejor está por llegar".

No tendrá a Carlos Sainz como compañero en McLaren, pero sí como rival en la pista. Carletes tiene casi los dos pies en Toro Rosso. Mañana y pasado efectuará pruebas con el Red Bull junto a Ricciardo. Tendría que ocurrir una hecatombe para que, a finales de semana, no figure en el anuncio de sus pilotos por parte de Toro Rosso.