El juicio contra Leo Messi y su padre, Jorge Horacio Messi, por supuestamente defraudar a Hacienda 4,1 millones de euros entre los años 2007 y 2009 empezará este martes sin la presencia de sus dos principales protagonistas. Ni el delantero del Barça, que viaja desde Argentina y está lesionado, ni su progenitor acudirán a la Audiencia de Barcelona a la primera sesión del juicio que se dedicará a cuestiones puramente jurídicas. El guion previsto establece que si da tiempo comenzarán a desfilar los testigos, entre los que se encuentra la madre del futbolista.

El delantero sufre un traumatismo doloroso agudo, fruto de un golpe con un rival en el partido amistoso que disputó Argentina contra Honduras el pasado viernes, y de su evolución dependerá que acuda o no al juicio el miércoles, aunque, posiblemente no lo hará hasta el jueves, día en que, junto con su padre, tendrá que declarar. Antes habrán pasado por la sala los testigos y, sobre todo, los peritos, piezas claves en cualquier procedimiento por fraude a Hacienda. Los acusados pueden no ir al juicio si la pena solicitada es menor a los dos años de prisión, como es el caso.

PETICIÓN DE PENAS

El futbolista solo está acusado por la Abogacía del Estado, que solicita para él y su padre una pena de 22 meses y medio de prisión (a razón de 7 meses y 15 días por cada uno de los tres delitos contra la Hacienda Pública) y una multa. La fiscala Raquel Amado exculpa a Messi y únicamente pide 18 meses de cárcel para su progenitor, al que considera responsable de la trama en el extranjero para no pagar los impuestos que el jugador debería haber desembolsado por los ingresos obtenidos de los derechos de imagen.