Con Messi aclamado, Pinto silbado en varias ocasiones -el Camp Nou temblaba cuando los defensas le daban el balón atrás-, el cambio de Cesc por Xavi devolvió las viejas imágenes de un estadio enfurecido. No era con Xavi, a quien aplaudió cuando abandonaba el campo. Sí era, obviamente, con Cesc. De pronto, el barcelonismo, y al tercer año de su retorno, se le echó encima. "¿Silbidos a Cesc? No tengo una opinión, tiene mucho temple, nunca se esconde, siempre se ofrece, siempre pide el balón y lo vuelve a intentar", afirmó Martino que salió en su defensa. "Cesc es un valiente", sentenció Tata, a pesar de que escuchó al Camp Nou criticarle. "No estoy acá para entender una situación que no es de fútbol. Los culebrones a mí no me interesan", precisó después el entrenador, convencido de que ese asunto dará mucho que hablar porque después de la semana trágica, el culé escogió a Cesc como símbolo de su desgracia.

Señalado incluso estuvo Cesc desde el inicio porque Martino lo sentó en el banquillo y señalado después cuando apareció en el campo para suplir a Xavi, sin agotar, como ya es costumbre, los cambios. Solo hizo dos y ni siquiera empleó el tercero para perder. "El triunfo no estuvo exento de fútbol, jugamos con muchísimo coraje, con mucho corazón", argumentó para explicar que el Barça mereció ganar el partido, a pesar de empezar perdiendo como siempre.

Seguro de que su apuesta por los cuatro volantes era la adecuada en esa semana cruel ("volvería a poner a Alexis de suplente y jugar así como contra el City o el Madrid"), quiso mostrar su alegría por el retorno de Messi. Y no solo por su gol decisivo "Messi no se defiende de las críticas con la boca, se defiende con el fútbol, eso me da mucho placer", afirmó el técnico, elogiando, de nuevo, al argentino. "Messi es impresionante, nos ha vuelto a dar el triunfo, igual a veces le exigimos demasiado", recordó después Xavi.

Y mientras Valverde se mostró ambiguo sobre su futuro, por mucho que intentara que sus palabras fueran rotundas. "Tengo contrato con el Athletic, estoy muy a gusto. Solo me preguntan por el Barcelona, pero yo soy el entrenador del Athletic", contó el técnico rojiblanco, uno de los preferidos de Zubi para suceder a Tata.