La intensidad del Olympiacos y un extraordinario Dunston frenaron (78-76) en El Pireo (Atenas) al Real Madrid, que tuvo en la poca aportación de sus hombres interiores, excepto en Felipe Reyes, su talón de Aquiles y deberá volver el miércoles próximo a disputar el cuarto encuentro.

Entre Mirotic, Bourousis, Slaughter y Mejri sumaron solo 5 puntos, todos del montenegrino, y 30 por 34 rebotes de sus rivales entre todos los hombres del Madrid. Reyes destacó con 13 puntos.

Los madridistas no encontraron en Spanoulis su "bestia negra" de la final de la Euroliga de 2013 cuando se vieron superados por los griegos, sino en Dunston, que, con 21 puntos, 9 rebotes y 32 de valoración, fue el mejor del tercer encuentro de los cuartos de final.

Rudy Fernández y Sergio Rodríguez con 18 y 19 puntos, respectivamente, brillaron en el Real Madrid.

El dominio de la zona por parte de Dunston, la defensa y el acierto de Spanoulis marcaron el dominio heleno al comienzo del choque. Además, Mirotic cometió su segunda personal a los 7 minutos del encuentro. Le relevó Reyes y Laso cambió también a Bourousis para dar entrada a Mejri y a Rodríguez.

El campeón español vivió unos minutos malos cuando la defensa local y el final de su racha de tres de cinco en triples en los primeros minutos propiciaron un 7-0 de parcial cortado por Reyes para finalizar el primer cuarto 23-15.

Entró Carroll, que volvió tras sufrir una lesión en la rodilla izquierda a principios de febrero, de forma testimonial, y un mate de Lojeski puso la máxima diferencia en el marcador en el minuto 13: 32-19.

Laso pidió un tiempo muerto, El Chacho recuperó el ritmo y Collins ayudó poco al club de El Pireo, campeón de la Euroliga en las dos últimas temporadas, al cometer una antideportiva sobre Rudy, que supuso otro escalón en la remontada visitante (32-22).

A pesar de que el Real Madrid sumó de tres en tres en la reanudación: Llull, con un dos más uno, y dos triples de Mirotic y Rudy, y se puso a dos (49-47) en el minuto 24, la mala defensa blanca, de nuevo Dunston, esta vez escoltado por Lojeski, y los rebotes condenaron a los españoles a perder todo lo recuperado en los últimos minutos.

Los triples y las canastas imposibles de Llull salvaron a los visitantes, que, además se vieron perjudicados por una técnica pitada a Rudy.

El cuarto definitivo iba a empezar con una ventaja importante del cuadro de El Pireo: 65-58.

Apretó en defensa el Madrid, apareció el cansancio en sus rivales y Rudy jugó sus mejores momentos.

El duelo quedó igualado. Todo se iba a decidir desde la línea de personales y el Olympiacos iba a ser mejor, pues ambos quintetos optaron por hacer faltas.