No hay mejor noticia para una carrera que un tipo como Lewis Hamilton, un piloto con esa agresividad y capacidad de adelantamiento al volante de un coche primoroso, arranque último. El inglés protagonizó ayer una remontada primorosa que le llevó a un podio con el que mininimiza los daños frente a Nico Rosberg, su compañero, su gran rival por el título, y ganador a lo grande en su casa por delante de un sorprendente Valtteri Bottas. Y no hay mejor ingrediente para un gran premio que un piloto con la capacidad de Fernando Alonso se vacíe, extraiga lo mejor de su talento, de la estrategia para luchar frente a monoplazas mejores como los Red Bull. De nuevo acabó incrustado entre ellos tras una fenomenal lucha, primero frente a Sebastian Vettel, y después para contener a Daniel Ricciardo. No es extraño que Ferrari le presente un jugosa renovación, solo hay que ver el 10-0 que acumula frente a Kimi Raikkonen, que de nuevo a acabó fuera de los puntos. "¿10-0? Esto no es fútbol, ni béisbol, esto es F-1, así que esa cifra no me dice nada", contestó Marco Matiacci, el jefe de Ferrari, ante la estadística de sus pilotos. Pero no, no piensa prescindir del finlandés el próximo año pues a Iceman aún le ampara un contrato. El imprescindible, seguro, es Alonso, capaz de plantar batalla, de nuevo, a los Red Bull. "Fernando y yo reanudamos la pelea donde la dejamos en Silverstone, fue muy divertido", asumió Vettel, superado por Alonso en la primera parte de la carrera. "Después nos decidimos por una estrategia arriesgada, parando antes que él para superarle en el pit, pero sin saber si los neumáticos aguantarían hasta el final". Alonso no pudo hacer nada frente al Red Bull de Vettel en la lucha por la cuarta posición, pero, además debía preocuparse por la llegada de Ricciardo por detrás. "Tuvimos alguna batalla interesante, como en Silverstone. Pudimos tener un poco de emoción, aunque nos gustaría luchar por el podio o por posiciones más delanteras, pero es lo que toca, hay que intentar sumar los máximos puntos posibles cada domingo y así ayudar al equipo", dijo Alonso.

Ricciardo había perdido muchas posiciones en la salida tras evitar el accidente entre Felipe Massa y Kevin Magnussen. El brasileño, como en Canadá, fue demasiado optimista en una maniobra arriesgada y no dejó sitio al McLaren que lo catapultó por el aire, lo que obligó a sacar el coche de seguridad. "Siempre pasa esto con los pilotos que llegan de categorías inferiores", acusó Massa al danés. Pero sin razón. Tras la reanudación de la carrera, Ricciardo pudo remontar hasta llegar a luchar contra Alonso. "Fernando es un piloto duro de adelantar; yo me he resistido, pero al final me ha pasado. Ha sido una buena lucha", confirmó.

HAMILTON SE DIVIERTE Por entre los Red Bull, los Ferrari y todo lo que se encontró en su camino se coló un agresivo Hamilton, del último puesto de la parrilla hasta el podio, un rosario de adelantamientos, algunos con peligro: se tocó con Sutil, le arrancó parte del alerón delantero a Raikkonen, y golpeó a Button al que pidió perdón con su mano derecha como si condujera un descapotable Mercedes por una carretera cualquiera. "Pensé que me iba a dejar espacio, pero no fue así. Me disculpé, y me lo he pasado genial remontado", dijo el inglés.