"La esperanza es un estimulante vital muy superior a la suerte". Nietzsche

En fútbol la realidad comienza cuando las estadísticas lo deciden, no las personas. Siempre hay una posibilidad de seguir vivo y resucitar mientras nos quede vida, aunque el especialista que nos atiende les diga a nuestros familiares (afición) que posiblemente moriremos mañana. Los mensajes que se proyectan dentro de la entidad (en este caso el Córdoba CF) son mensajes basados en supuestos más que estadísticos. Todas las opiniones son respetables pero no aconsejables, especialmente porque siempre hay que medir el impacto que puede generar a los profesionales, a la afición y a la marca Córdoba CF (siempre hay que mirar un metro más allá del problema).

En fútbol hay dos conceptos básicos en el último tramo del campeonato. 1º) Las estadísticas son las que evalúan, sentencian y dictaminan el comportamiento y trabajo de un equipo al final de temporada. 2º) Siempre hay que tener un plan, A, B, C (posibles descensos administrativos, soluciones y recursos ante cualquier eventualidad y, si todo está perdido, pues... luchar hasta el último minuto por el honor, el escudo y por el nombre e imagen de la entidad).

Frente al Villarreal, ayer, el Córdoba se deshizo de la mochila de la presión que acusó en anteriores partidos; estuvo ordenado, fue solidario y sólido en defensa (buena actuación de Juan Carlos) y mostró una correcta capacidad táctica. En ataque fue de más a menos y tuvo pocas opciones, alternativas y limitados recursos y serenidad en los últimos metros

En fútbol, el honor consiste en hacer grande aquello que uno está obligado a realizar, y todo profesional está obligado a luchar hasta el final por el honor del club que le paga.