Mientras Carlos González preparaba su primer proyecto para el Córdoba con el objetivo de ascender al equipo en tres años, Quique Pina se frotaba las manos tras lograr el salto con el Granada a Primera 35 años después, con el mérito añadido de que el conjunto nazarí era en la categoría de plata un recién ascendido.

González y Pina se cruzaron por primera en la fase de ascenso de los filiales. Entonces se produjo un cruce de declaraciones entre ambos directivos. "Sabíamos muy bien contra quiín nos enfrentábamos, al señor Pina lo conoce todo el mundo en el fútbol español y ya estoy cansado", llegó a decir el cordobesista del granadista.

Ni seis meses habían pasado de aquello cuando ambos clubs compartían el apellido Cordero en su dirección deportiva. "Parece mentira que usted sea un hombre de fútbol", respondió González a la prensa cuando se le preguntó por la coincidencia.

Cuando el Córdoba ascendió, González se fijó en el modelo de gestión del Granada, al menos en temas como el precio de los abonos o la ciudad deportiva. "El Granada cuando subió hace tres años puso los precios mucho más caros y, además, sin bonificar al anterior abonado", justificaba González en plena campaña de abonos.

El próximo sábado se volverán a ver las caras. Un equipo está muerto, el otro se juega la vida. Así, el club nazarí ha optado en esta semana por abrirse a su afición y poner las entradas más barata del año.