Comenzaba el 2015 este Córdoba CF en Primera, peleando por sacar la cabeza del pozo y, en todo caso, luchando en el lugar que le correspondía. Estrenaba el año imponiéndose al Granada, dando continuidad en Vallecas y, en definitiva, colocándose por encima de los puestos de descenso, al punto que muchos vieron en aquel enero a Djukic como el salvador, los mismos que sin querer ver los problemas existentes tras el telón, dirigieron luego su vista a los jugadores. Pero así empezó el 2015, con ilusión, esperanza y números que las respaldaban.

Y así despide el año el Córdoba, con ilusión y esperanzas merced a unas cifras que obligan a mirar al futuro con optimismo, ya que los blanquiverdes pasarán muy probablemente las navidades como líderes. Un equipo que si no necesita de grandes alardes para puntuar ante rivales con mínima consistencia, ante otros del nivel del de anoche en El Arcángel, le basta con la inercia, con una aparición y un par de detalles más. ¿Suficiente? En esta Segunda 2015/16, desde luego que sí. Los de Oltra se impusieron sin brillo, sin continuidad, sin fútbol --por supuesto-- y ni tan siquiera lograron transmitir algo de calor a la grada. Se podría pensar que un duelo en casa ante el peor visitante de la categoría (un punto y 17 goles en contra en ocho partidos) podría servir para reconciliarse de alguna manera con el fútbol, pero... Tampoco tocó ayer tras un partido en el que la Llagostera estuvo más en el partido durante la primera media hora, disfrutó de un par de ocasiones --además de un penalti a favor no pitado-- y que una fugaz aparición de Nando y Xisco puso las cosas en su sitio. Luego, en la segunda mitad, más de lo mismo: mejor entrada de los visitantes, que tenían más el balón y tras ver desfilar a dos expulsados tuvieron que esperar hasta el 90 para ser rematados. Los azulgranas parecieron en los últimos 20 minutos ese toro que no es despachado (o peor, mal estoqueado) con honor por el matador de turno. Y es que este Córdoba no está para florituras, ni siquiera ante un rival como el azulgrana, por lo que se limita a esperar las esporádicas apariciones de sus individualidades. Esos números a los que están entregados los de Oltra les dan la razón, porque cuando otros han puesto el fútbol, como hace una semana en Girona --sin ir más lejos--, también les han sonreído, y cuando el rival tiene graves problemas para generar juego, como el de ayer, que se hartó a hacer faltas, los blanquiverdes no cambian el guión.

DIFERENCIA DE POTENCIAL

Intentó la Llagostera disimular el escalón existente entre unos y otros en el inicio del encuentro. Y lo consiguió. El Córdoba es un equipo que depende mucho de lo que plantee el rival y si éste logra cortarle los contragolpes tan sólo tiene que temer la aparición de una individualidad. En la primera media hora se le cumplió el guión a Alsina. Tenían algo más el balón los azulgranas, pero sobre todo lograban llegar en un par de ocasiones, algo que no hizo el equipo de Oltra. Tras dos opciones visitantes, a cargo de Imaz y del exblanquiverde Benja, Stankevicius remataba de cabeza tras un saque de esquina de Fidel. El nivel del encuentro era de inferior categoría, de ahí el penalti tonto cometido por Gálvez en el minuto 21 que, por suerte, no vio Ruipérez. El habitual intercambio de bandas tras el descanso que ordena Oltra lo adelantó el valenciano al minuto 24 y, apenas siete después, dio resultado. Nando servía desde la izquierda para que Xisco rematara de cabeza, prácticamente solo, desde el borde del área pequeña. El Córdoba se ponía por delante casi sin querer y podía dar lugar al socorrido eufemismo de seriedad, oficio y solidez. Lo cierto es que, tal y como ocurre en la categoría, se imponía el menos malo de los contendientes gracias a los detalles de calidad de sus hombres de arriba.

De ahí al descanso, aún menos. Un centro-chut de Imaz y un tirito de Nando que atajó sin problemas René fue todo el bagaje de ocasiones al intermedio. De fútbol, por supuesto, ni hablar.

Empezó el segundo acto como el primero, con la Llagostera intentando inocentemente molestar, al menos, y con el Córdoba probando a hacer lo que hace bien: contragolpear. Pero no hubo manera. Así que el ¿partido? se convirtió en un tostón insufrible. Una salida a medias de Razak puso algo de pimienta y una asistencia de lujo con el pecho de Aimar a Florin, la sal. Terminó de condimentar la sopa fría Ruipérez, que expulsó justamente al lateral derecho azulgrana por doble amarilla --luego, en el último minuto, también a Giva por roja directa--, exponente de la impotencia visitante para hacer fútbol y generar un mínimo susto al rival. Por su parte, el Córdoba seguía mirando al encuentro de reojo, lo que dejaba un halo de inquietud en la grada. Oltra dio entrada a Pedro Ríos y a De Tomás para ver si, de nuevo, una fresca individualidad lograba eliminar esas pequeñas preocupaciones. Pero daba igual. Con un adversario tan mermado desde el inicio y también numéricamente era imposible que al Córdoba se le marcharan los tres puntos que le volvían a mostrar como el mejor local de la categoría. Sólo en el descuento pudo disfrutar completamente de un contragolpe, su arma, el equipo de Oltra y, lo mejor, que fue culminado por Víctor Pérez. Décima victoria blanquiverde en el campeonato y 33 puntos que, en el nivel de esta Liga, son estratosféricos y obligan a mirar al futuro con cierto optimismo, aunque ayer, visto lo visto sobre el césped, la rutina del triunfo blanquiverde volvió a ser un tanto fría.

- Ficha técnica

2 - Córdoba: Razak; Stankevicius, Rafa Gálvez, Deivid, Abel Moreno; Nando, Luso, Víctor Pérez, Fidel (Pedro Ríos, min. 73); Xisco (Raúl de Tomás, min. 83) y Florin (Markovic, min. 90).

0 - Llagostera: René, Masó, Fran Cruz (Chumbi, min. 73), Chus Herrero (Jordi López, min. 80), Aimar; Ríos (Giva, min. 60), Tito, Escassi, Pitu, Imaz; Benja.

Goles: 1-0, min. 32: Xisco; 2-0, min. 91: Víctor Pérez.

Árbitro: Ruipérez Marín (Colegio castellano-manchego), que expulsó por doble amarilla a Aimar en el min. 78 y a Giva con roja directa en el 92 por agresión, para amonesta a los locales Luso y Stankevicius, así como a los catalanes Chus Herrero, Pitu e Imaz.

Incidencias: Partido de la decimoséptima jornada de la Liga Adelante, disputado en El Arcángel ante algo más de 14.000 espectadores, con terreno de juego en buenas condiciones.