Una zona mixta un tanto especial, llena de abrazos y besos. Fran Cruz, que se quedaba en Córdoba con permiso, saludaba a los trabajadores del club. "Elige bien a donde te vayas a ir", le soltó Oriol Alsina, técnico de la Llagostera, a Arturo, que el año pasado estuvo en el conjunto catalán, cuando ambos se despedían. Benja apenas tuvo tiempo para hacer amigos, más allá de la relación que ya tenía con Luso.

"Llevaba varias jornadas sin marcar, aunque no juego tan arriba, me quito un pequeño peso de encima porque nunca había estado tantas jornadas sin marcar", dijo ayer Xisco, que, efectivamente, sumaba ocho jornadas sin hacer gol. Así, "cuando uno marca y el equipo gana es para estar satisfecho".

Xisco, que termina contrato esta temporada y en enero es libre de negociar con quien quiera, dijo que "el otro día bromeaba con el presidente" sobre su renovación. "Llegado el caso, no habría problema. Estamos bien, pero queda un buen recorrido. Hay que seguir sin volverse loco, porque el palo sería muy grande. No podemos caer en el conformismo".

Otro que también se quitó ayer un peso de encima fue Víctor Pérez. Sin provocar los cánticos de la grada para Markovic, el manchego se reconcilió, por enésima vez, con El Arcángel. "Hay que seguir la jugada hasta el final en el 90", valoró de su gol. "Cuando me ha tocado entrar e intentado no salir. El equipo también está bien y eso ayuda. Siento que aporto", dijo tras sumar su quinta titularidad seguida.