Más que elección, milagro. Es lo que supondría para El Arcángel la designación de Madrid como ciudad organizadora de los Juegos Olímpicos del 2020. Después de casi 20 años desde su inauguración, el estadio municipal aún se encuentra sin cerrar, con deficiencias de remate en algunas zonas y, lo más llamativo, con la tribuna completamente aislada del resto de la edificación, que hubo que reconstruir por completo. La grada principal es la única que permanece de la construcción estrenada en 1994 y su interior a duras penas puede acoger partidos de la Liga de Fútbol Profesional. Por ello, la única directriz clara en caso de que Córdoba se convierta en subsede olímpica para fútbol masculino y femenino es que la tribuna de El Arcángel se demolerá y daría paso a una completamente nueva e integrada con los dos fondos y la preferencia, según fuentes consultadas. De ahí que en el dossier de la candidatura se contemple un aforo para El Arcángel de 23.000 espectadores sobre los poco más de 21.000 que tiene en la actualidad.

La siguiente asignatura pendiente sería la del aspecto exterior. En principio, se había contemplado que el resto del estadio municipal mostrara el aspecto que actualmente tiene el fondo norte. Sin embargo, hoy por hoy esa idea es inviable. Cubrir toda la instalación deportiva de las lamas metálicas que luce exteriormente la grada en la que se encuentran las oficinas del Córdoba supondría una inversión cercana a los tres millones de euros, por lo que la idea inicial es la de buscar un recubrimiento diferente y, lógicamente, más económico.

Obviamente, el resto del estadio recibiría diversos trabajos de mejora y adecentamiento, tanto de accesos como en los graderíos. Además, las labores para el cierre completo de la instalación supondrían una inversión extra, sobre todo en la esquina del fondo norte con la que sería nueva tribuna del estadio municipal. Otros trabajos que se afrontarían serían los referentes a la eterna asignatura pendiente: la del aislamiento de la propia instalación. Pero todo ello solo empezaría a tomar cierta forma a partir de que Madrid fuera designada ciudad organizadora.

Mientras tanto, otro de los objetivos de Córdoba es el de poder

ofrecer instalaciones adecuadas a las ocho selecciones (cuatro masculinas y cuatro femeninas) que disputarían la primera fase de grupos en El Arcángel. De la capacidad de la subsede para ofrecer campos de entrenamiento dependerá la fidelización de seguidores y turistas de esos países. Y si en el caso del estadio de la propia subsede existen las dificultades ya conocidas, no serán menores para lograr que los ocho combinados puedan disponer de instalaciones para preparar sus encuentros. El mismo dossier de la candidatura no contempla espacios de entrenamiento en la subsede de Córdoba, pero el Ayuntamiento, lógicamente, intentará poner a disposición de los equipos esos campos de entrenamiento.

La primera idea que se maneja es la de la ciudad deportiva del Córdoba, que hoy por hoy aún no está claro dónde se ubicará. Por un lado, el propio club ha adquirido terrenos en la autovía a Málaga y estará pendiente a partir de este mes del informe que ha de dictar Urbanismo sobre su idoneidad o no. Por otro, el proyecto presentado por el Grupo Tremón al propio Ayuntamiento a principios de este mismo año en el que se contempla una instalación deportiva y de ocio integral en la actual ciudad deportiva Rafael Gómez.

Otras opciones como la adecuación y ampliación del graderío en El Fontanar, los campos y espacios disponibles en Rabanales e incluso otras instalaciones en localidades cercanas a la capital también son contempladas en un primer planteamiento inicial, que deberá ser acometido en profundidad en caso de que esta noche Madrid sea señalada como ciudad organizadora.

Si Madrid gana la carrera a Tokio y Estambul, lo que para muchos sería un sueño se convertiría en el milagro de Buenos Aires para El Arcángel, que vería así cumplido su propio reto: verse completamente cerrado y con capacidad para acoger un evento futbolístico como suponen los Juegos Olímpicos. Hoy por hoy no puede acoger ni a la selección española. Y, a veces, los milagros ocurren. Solo a veces. A Córdoba ya le toca.