Pasa a la página siguiente

La victoria es la única meta a la que quiere llegar el Córdoba. Ese triunfo que el equipo blanquiverde busca desde octubre y que aún no ha encontrado. Ya sea tomando la iniciativa en el juego o esperando al adversario desde su fortaleza, lo único que ha conseguido el Córdoba es encajar goles y caer hasta el fondo de la clasificación, además de aumentar su distancia respecto a la permanencia, que ahora tiene a seis puntos.

Un panorama desolador o, al menos, con un hedor a Segunda B que nubla a la afición cordobesista. Por tanto, los jugadores blanquiverdes necesitan un golpe de efecto en forma de victoria en Almería para afrontar con más confianza lo que queda de año y, lo más importante, la segunda mitad del campeonato. Para ello, como dijo ayer Jorge Romero en rueda de prensa, «trato de expresar positivismo y desde ahí, afrontar el partido con la mentalidad que requiere».

Esa energía es la que tratará de impregnar el Córdoba esta noche (20.00 h.) en el estadio de los Juegos del Mediterráneo ante un Almería de Lucas Alcaraz que, al igual que en las últimas dos temporadas, se encuentra lidiando con la zona del descenso y que también peleará por conseguir los tres puntos y ganar confianza.

CAMBIO DE DIRECCIÓN / El segundo cambio en el banquillo cordobesista ha provocado el regreso al juego orquestado en torno a la posesión del balón. Romero quiere un Córdoba que «intente dominar el partido y compita como se debe». Ese golpe de timón ya lo aplicó la semana pasada ante el Rayo. Le proporcionó una ventaja de dos goles en la primera parte, que a la postre resultaría insuficiente para ganar. A pesar de este duro revés, «terminé contento por la esencia pese a que terminamos frustrados por el empate; por ello hemos incidido esta semana en que los cambios que genere la situación del fútbol no afecten a nuestro planteamiento», recalcó un convencido Romero.

El Córdoba tendrá que aplicar ese grado de competitividad con las bajas por molestias musculares de Pinillos y Jaime Romero. Al respecto, el preparador cordobesista apuntó que «son herramientas de las que no puedes disponer, pero eso implica también que aquel jugador poco habitual se convierta en ese revulsivo que pueda dar la continuidad que buscas». Por otro lado, el técnico blanquiverde ha convocado al jugador del filial Aguado.

Ante tales circunstancias, una de las novedades estará en el lateral izquierdo donde el jugador del filial Víctor Mena tiene todas las papeletas para ocupar dicha demarcación, algo que no hacía desde el pasado 12 de octubre en el Antxo Carro de Lugo. Continuando con la retaguardia, el central luso Joao Afonso ha entrenado con normalidad pese a retirarse tocado en el minuto 23 ante el Rayo y compartirá el eje de la zaga con Caro. La derecha estaría reservada para Fernández, completando así la línea que franqueará al guardameta polaco Pawel Kieszek. Unos metros más adelante, Edu Ramos volverá a sostener el eje motriz de un equipo que tomará la iniciativa ante un conjunto que tiene en la velocidad del contraataque uno de sus principales baluartes.

En la sala de creación estará la otra novedad del cuadro comandado por Romero (que ayer cumplió 33 años). Tras cumplir ciclo de tarjetas el pasado domingo, Sergio Aguza podría volver a ser titular en el centro del campo junto con Carlos Caballero. Ambos centrocampistas estarán escoltados por Javi Galán en la izquierda y el serbio Jovanovic por la diestra. Por último, el pichichi blanquiverde Sergi Guardiola, con ocho tantos, ocupará la punta de lanza para intentar, al menos, aportar goles a un conjunto con una media anotadora de 1,11 goles por partido.

ORDENADO PERO EN CUADRO / El Córdoba tendrá en frente a un rival que desde la llegada de Alcaraz al banquillo es «un bloque defensivamente organizado y que pese a defender lejos de su portería, están preparados para salir rápido hacia arriba». Así describió Jorge Romero a un equipo que tiene hasta seis ausencias por lesión (la última la de Fidel).