El verano no será nada fácil en el nuevo Barça que tiene fecha de salida (12 de julio). Nuevo, pero, a la vez, viejo Barça porque no hay ninguna cara nueva en su plantilla. El gran, y único, cambio está, de momento, en el banquillo donde la serenidad y calma que transmite Ernesto Valverde, el exentrenador del Athletic, debe contrarrestar la tensión que desprendía el volcánico Luis Enrique. El equipo que ganó la Copa se pone en marcha a mediados de julio y en apenas un mes ya estará jugando contra el Madrid, campeón de Europa y de Liga, el primer título oficial de la temporada: la Supercopa de España (ida en el Camp Nou, vuelta en el Bernabéu).

Valverde, que ha estado esta pasada semana conociendo la ciudad deportiva de Sant Joan Despí, departiendo con el presidente Josep Maria Bartomeu y teniendo reuniones de trabajo con Robert Fernández, el secretario técnico, sabe que no lo tendrá nada fácil.

De momento, Valverde tiene lo mismo que tenía Luis Enrique. El único cambio del Barça ha sido en el banquillo

Para empezar, no le ha llegado ningún fichaje. Ni Bellerín niVerratti ni el extremo que quiere... En el Camp Nou el mercado se cuece a fuego lento, tanto en la salida de jugadores (Mathieu no ha hallado aún destino, tampoco Arda Turan), como en la entrada.

SESIONES DOBLE DE TRABAJO

El club tiene que activar esas operaciones para que Valverde tenga, al menos, un par de piezas nuevas cuando abra la puerta de su despacho el próximo 12 de julio y reciba entonces a su nueva plantilla. Nueva para él, pero vieja para los demás. Dos días más tarde (14 de julio) llegarán los internacionales españoles (Iniesta, Busquets, Piqué y Jordi Alba), además de Messi, por lo que podrán trabajar casi durante una semana en sesión doble (mañana y tarde) en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí. Y el 19 de julio, camino todos de Estados Unidos.

De momento, Valverde tiene lo mismo que tenía Luis Enrique. El único cambio del Barça ha sido en el banquillo

Todos, excepto los que están participando en la Copa Confederaciones (Ter Stegen con Alemania, André Gomes con Portugal) y en el Europeo sub-21 (Denis Suárez). Si Bellerín y Deulofeu acaban finalmente formando parte del nuevo proyecto azulgrana estarían en la misma situación que el joven gallego.

TRES CLÁSICOS EN TRES SEMANAS

A Valverde le toca, por lo tanto, ir uniendo todos esos detalles en un apretado inicio del curso. Apretado porque los rivales son de calidad. La Juve, que maltrató al Barça de Luis Enrique en la Champions, será el enemigo en el estreno amistoso del Txingurri en el banquillo azulgrana (22 de julio, Nueva York). Luego, el United de Mourinho (y quién sabe si de Morata) aparece como segundo obstáculo (26, Washington) antes de que en Miami (29) se viva el primer clásico de los tres que se verán en apenas tres semanas.

Uno comercial y dos oficiales (la Supercopa), aunque quizá sean más importantes incluso en el plano emocional que para frenar la racha de títulos madridistas. O sea, poca broma para el inicio de Valverde. Sin tiempo para errar y, por ahora, sin jugadores que inyecten sangre nueva.