Una acción a balón parado, transformada por el brasileño Joao Miranda en el 1-0, sostuvo ayer la ventaja en la carrera por la Liga del Atlético de Madrid, que descontó a tres triunfos su distancia del título con un triunfo apurado, sentenciado en el último minuto con el 2-0 contra un Elche muy competitivo.

La fórmula córner-remate-gol, la misma que le dio tres puntos hace un par de encuentros frente al Granada, la misma que tanto botín le ha dado este curso al conjunto madrileño, fue su solución a un partido complicado, en el que el Atlético falló un penalti y acabó pidiendo la hora para sumar su octava victoria consecutiva.

También dejó sin nada a un meritorio Elche, que frenó al equipo rojiblanco durante casi todo el encuentro, que, apoyado en su trabajo colectivo, en su colocación y en su intensidad, discutió los tres puntos hasta prácticamente el final, hasta que Diego Costa logró el 2-0 de penalti y alivió una tarde de sufrimiento atlético.

En toda la primera parte, el Atlético no logró el partido que quería, ese duelo que traza desde el vestuario, en el que multiplica sus virtudes, en el que busca el lugar para dañar a su adversario y en el que minimiza a su rival para sentir el menor riesgo defensivo.

Sólo una ocasión, cuando volcó parte de su juego en las entradas por banda derecha de Juanfran Torres, contó el Atlético en toda la primera mitad. Centró el lateral, la peinó Diego Costa y Villa remachó fuera con todo a favor. La repentina llegada del balón no le permitió armar el remate con esa eficacia indispensable para el gol. Incluso, tiró más el Elche en el primer tramo.

El partido, con 45 minutos disputados, transcurría lejos de las expectativas del Atlético, mucho más cerca de las ambiciones del Elche, con Manu Herrera, su guardameta, sin una sola parada difícil y con una sensación de preocupación en la animosa grada rojiblanca por las complicaciones de su equipo para derribar a su contrincante.

Ni de penalti al borde del minuto 50, el que cometió Sapunaru sobre Raúl García, la opción elegida por Simeone en el intermedio para la reacción de su equipo. Tras el lanzamiento fallado por Diego Costa el pasado domingo en Getafe, ayer asumió la responsabilidad David Villa, por indicación del propio Cholo. Lo paró Manu Herrera para presionar más al Atlético. Pero la pena máxima, con el fallo incluso, encendió al equipo rojiblanco.

Simeone agotó los tres cambios antes del primer cuarto de hora del segundo tiempo. Sumó al brasileño Diego Ribas y al argentino José Sosa. La puso éste desde la esquina, la remató el brasileño Joao Miranda cuando el cronómetro ya apuraba al conjunto rojiblanco, ya con menos de 20 minutos por delante. Sufrió el Atlético hasta el último minuto, cuando Diego Costa aseguró la victoria de penalti.