La década prodigiosa que se inició en el Palau Sant Jordi de Barcelona en el 2000 continua para España. Parece una rutina pero no es fácil. La ensaladera de plata es patrimonio de una armada infalible que volverá a defender el título y jugará su cuarta final en los últimos cinco años. Todo un récord. David Ferrer se encargó de certificar el pase a la novena final de la historia al sumar el tercer punto ante Estados Unidos venciendo a John Isner por 6-7 (3-7), 6-3, 6-4 y 6-2. En 2 horas y 59 minutos Ferrer sumó la victoria que permitirá a España luchar por la su sexta ensaladera del 16 al 18 de noviembre contra la República Checa, posiblemente en el O2 Arena de Praga, después de que Tomas Berdych lograra el punto decisivo al derrotar al argentino Carlos Berlocq, sustituto de un lesionado Del Potro.

Ferrer ejerció de número 1 de un equipo que llegará a la final sin contar con Rafael Nadal. Un equipo que suma ya 24 eliminatorias consecutivas sin perder en casa. En Gijón mantuvo su espectacular fiabilidad sobre una pista de tierra batida en la Copa Davis. Desde que debutó en el 2006, el actual número 5 mundial, no ha perdido ningún partido. Ayer sumó la 16 victoria. Un récord a tener en cuenta para un jugador que siempre ha estado en un segundo plano a la sombra del mallorquín, lesionado desde hace meses. ±Ya le conocéis todos. Es un gladiador, nunca se rinde en la pista y sobre tierra es muy difícil ganarle. Es muy duroO decía el capitán Alex Corretja que tomó el micro para ir presentando, uno a uno, al numeroso equipo que, desde el pasado mes de enero, dirige junto a José Maria Arenas.

Ayer cuando Ferrer entró en la pista para enfrentarse a Isner existían pocas dudas de cómo saldría de ella. La fiabilidad del tenista alicantino en tierra está a prueba de bombas. Ante Isner, como el viernes ante Sam Querrey, a Ferrer solo se le escapó el primer set, pero en cuanto cogió el ritmo del partido ya no soltó la presa. El gigante americano tuvo un momento dulce en la primera manga y especialmente en el tie break que se apuntó con cuatro aces (logró 16 en el partido).

Pero a Ferrer no se le puede ganar solo desde el punto de saque. Hay que tener más recursos y en la segunda manga, se vino abajo de golpe. Ferrer esperaba ese instante y lo aprovechó colocándose 3-0 y 5-1 y ya no dejó escapar el mando del partido hasta celebrar la victoria en el segundo match ball que dispuso.

"Sabíamos que David no fallaría, cuesta ganarle cuando lo da todo", valoraba convencido Albert Costa, excapitán y actual director técnico de la federación, que ayer recibió la medalla de oro al Mérito Deportivo de manos de Miguel Cardenal, Secretario de Estado para el Deporte. Se la hubiera merecido Ferrer también.

A sus 30 años el tenista alicantino que ha ganado ya tres Copa Davis (2008, 2009 y 2011) y que posiblemente está en el mejor momento de su carrera, no ocultaba su orgullo. "Soy muy feliz, por llegar de nuevo a una final, pero de eso a acariciar la Copa Davis queda mucho. De momento al único que acariciaré será a mi gato cuando llegue a casa".

Hasta ahora España ha jugado todas las eliminatorias en casa. Esta vez le tocará ir de visitante. "Nos van a meter en una pista de hielo" bromeaba Marc López. "Seguro que pondrá la pista más rápida que encuentren. Será muy duro, pero lucharemos como hemos hecho. Si hemos remado tanto ahora no queremos morir ahogados en la orilla", advertía Corretja. Les esperan con ánimos de revancha tras perder la final del 2009 en el Sant Jordi, Tomas Berdych, número 6 mundial, el veterano Radek Stepanek y Lukas Rosol e Ivo Minar.