La cantante cubana Celia Cruz falleció ayer a los 78 años en su hogar en Fort Lee (Nueva Jersey, EEUU), informó su portavoz, Blanca Lasalle.

La "Guarachera de Cuba" estuvo acompañada en los últimos momentos de su vida por su esposo Pedro Knight y otros miembros de su familia.

La reina de la salsa, quien fue operada en noviembre de un tumor en la cabeza, había sufrido varias recaídas en las últimas semanas como consecuencia de su mal.

Durante los últimos días había permanecido en cama y ni siquiera pudo levantarse para celebrar el lunes pasado su 41 aniversario de bodas con el trompetista Pedro Knight.

La leyenda de la música llevaba meses sometida a tratamiento médico, tras haber sido operada el año pasado de un quiste en el seno que resultó canceroso.

Unos meses después se le diagnosticó un tumor en el cerebro por el que de nuevo fue intervenida quirúrgicamente, tras la cual tuvo que ser ingresada en varias ocasiones en el hospital.

El mundo del espectáculo, que quedó conmocionado cuando se informó de su estado de salud, decidió rendir un homenaje a la "Guarachera" celebrado en marzo pasado en Miami, que reunió a numerosos artistas.

Desde su operación, Celia Cruz, una de las integrantes de las "Estrellas de la Fania", sólo apareció en público en tres ocasiones: una para ese espectáculo, otra para la entrega de los premios Grammy en Nueva York, y la tercera en la gala de la compañía teatral Repertorio Español , también en Manhattan.

Antes incluso de conocerse su enfermedad, la cantante había dejado estipulado que su cuerpo fuera llevado a Miami para ser sepultado en esta ciudad, donde reside la mayor comunidad cubana fuera del país.

Aunque la fecha exacta de su nacimiento es una incógnita, pues Cruz nunca divulgó su edad, parece que la estrella nació un 21 de octubre de algún año de la década de 1920 en La Habana.

Cruz, conocida por su expresión de "azúcar", inició su carrera artística cuando un primo la animó a participar en La hora del té , un concurso radiofónico en el que ganó la final.

Tras unos principios en salas de fiesta de segunda categoría, tuvo su gran oportunidad cuando Mirta Silva, solista del grupo musical La Sonora Matancera , abandonó la formación y Celia se presentó a las pruebas, en las que salió seleccionada.

En julio de 1960, Celia y La Sonora Matancera lograron salir de Cuba para actuar en México y decidieron no regresar al país por sus divergencias con el régimen castrista, un exilio que vivió el resto de su vida y que le hizo nacionalizarse estadounidense.