Aunque a muchos no les suene de nada, el nombre de la banda Malparaíso sí puede traer recuerdos a toda una generación de cordobeses que vivieron el prolífico ambiente musical de finales de los años ochenta, caldo de cultivo de este proyecto, que llegó a consolidarse a lo largo de sus ocho años de existencia (1991—1999) como una de las propuestas más interesantes de aquel momento, ganándose el respeto de la crítica y de los artistas de la época. Ahora, tres de sus miembros originales, Pepe Gancho, Ramos Dual y Javier Ramos, retoman el proyecto y vuelven a los escenarios para conmemorar el 20 aniversario de la salida de su disco La manzana, un trabajo que vio la luz a finales de 1997 bajo un sello independiente malagueño y que reunía canciones «muy de la época, de fin de siglo», influidas por el sonido británico con toques de sicodelia y algo de rock «más primitivo», señala Pepe Gancho. El sábado, en la sala Góngora Gran Café, a partir de las 22.00 horas, volverán a escucharse esos temas, pero de «forma diferente» porque «ya no tenemos 20 años», continúa el músico. «Hay unos retoques muy naturales y muy curiosos, porque cuando tocas una canción de hace 20 años pones los dedos en las mismas notas, pero nuestros dedos tienen ahora un tacto distinto y, aún cantándola con la misma melodía, ya decimos las cosas de otra manera», confiesa Javier Ramos, que destaca que esos viejos temas «ahora han crecido» y algunos de ellos «son mucho más vigentes que antes y nos representan incluso más».

En sus orígenes, fueron cinco los componentes de Malparaíso, pero la formación fue «evolucionando» y algunos de sus miembros siguieron su propio camino bien en solitario o en otras bandas. Por aquella época, en el panorama musical de Córdoba la banda se veía las caras con grupos como Estirpe, Corazones Estrangulados, La Mato, Demonios en el Jardín o Mikel de la Riba, a quien finalmente se unió Pepe Gancho en la banda El Hombre Gancho.

Por otra parte, fuera de las fronteras de la tierra, Malparaíso coincidió en festivales «con el top de las bandas del momento como Dover, Los Planetas o Lagartija Nick», recuerda el músico, que asegura que «en aquella época salíamos mucho de Córdoba, hasta donde nos llegaba la gasolina». «Mirábamos al movimiento del rock americano», continúa Ramos, que rememora el momento en el que participaron en un recopilatorio de bandas que auspició la compañía discográfico DRO, titulado Hay vida en Marte, de donde salió catapultado el grupo MClan. La disolución de la banda llegó en 1999, y ahora tres de sus componentes vuelven a los escenarios no solo para celebrar el 20 aniversario de la salida de La manzana, sino con la intención de mostrar estas y otras nuevas canciones allá donde se les quiera escuchar. La primera parada de esta nueva etapa se produjo el sábado pasado en Utrera, y la sensación «no pudo ser mejor», dicen los dos músicos.