Visiblemente cansado --"no he dormido nada esta noche", dijo--, pero "feliz", el escritor Antonio Gala dio ayer la bienvenida a la 14 promoción de residentes de la Fundación Gala para Jóvenes Creadores, a los que invitó a vivir la "fecundidad cruzada" o "recíproca enseñanza", "secreto del éxito de esta casa", durante su estancia en el convento del Corpus Christi.

Gala, que hoy recibirá el título de Ateneísta de Honor de Andalucía en Almodóvar del Río en presencia la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, que también acudió ayer a la apertura del curso en la Fundación Gala, se dirigió a los nuevos once residentes con su habitual talante y, entre bromas, les pidió, sobre todo, "que sean felices".

"Por encima de todo, vosotros sois mi nueva alegría", continuó el escritor, que aseguró que "para ser felices tenéis que sacrificaros un poco, porque si no lo sois, tampoco lo seré yo, así que hacerlo por mí, que lo necesito, física y moralmente". "Necesito vuestra compañía, vuestra ilusión", continuó Gala, que pidió a los jóvenes artistas que se ayuden entre sí y que sean sinceros con ellos mismos y con los demás. "Tenéis que ser amigos y, si queréis cumplir con la idea de esta fundación, tenéis la obligación de ser felices en esta casa", insistió el escritor cordobés.

"Estáis aquí para ser fecundados y ser fecundadores", subrayó el autor de El manuscrito carmesí , que añadió que la "recíproca enseñanza" es "una experiencia que se paga con otra y con toda la ilusión, porque nada se puede crear sin ilusión, es algo necesario para transmitir", y vosotros habéis venido aquí "a dar y recibir".

Antonio Gala habló de sus muchos años y quiso ser un niño por un día, "porque quiero preguntar cosas que solo un niño pregunta". "Sois mi esperanza, mis nuevos niños, y os abro las puertas de mi corazón", asegurando que "los que os precedieron piensan en vosotros en este momento, no los defraudéis". También instó a los nuevos residentes a no cambiar, a ser como son, porque "de vuestra diferencia se enriquece esta casa, y con el trabajo de cada uno se multiplica la nobleza y la dadivosidad".

"Hoy es un día de gozo con ninguna sombra", y esa luz es la que debe imperar en "vuestra vida en común que hoy comenzáis y que, aunque viváis por separado, siempre será una vida en común", señaló el escritor ante la promoción entrante, que hizo su presentación con un pequeño fancine realizado en las primeras horas de residencia y que supone su "primer trabajo en común". Gala se despidió diciendo que "la única tristeza que siento es no poder expresar la alegría que siento".