El último de los conciertos clásicos del Festival de la Guitarra fue sin duda la exitosa culminación de una variada programación, aportando un aire fresco al mundo clásico tradicional. Yamandú Costa sorprende al público con su estilo musical, la compenetración con la guitarra y su carácter extrovertido. Su música es el resultado de una fusión entre la música clásica, la música brasileña y el flamenco.

Solo con una mesa y un banquito para los pies, de la manera más cómoda y natural con su guitarra de siete cuerdas típica en Brasil, nos hizo sentir que la música nos une como continentes hermanos. Después de tocar dos piezas se acercó al micrófono, se sirvió mate y comenzó a compartir su ilusión por estar en este prestigioso festival

Sonido limpio, fuerte y claro, sucesión de escalas a ritmo trepidante que antes de desaparecer rompían en un rasgueo arrebatador, alzapúa de pulgar coloreado con delicados armónicos y motivos tradicionalmente brasileños formaron un conjunto tan sorprendente como embriagador. Los efectos vocales, silbidos y melodías tarareadas por él mismo acompañaron en varias ocasiones al sonido de la guitarra, así como golpes y otros efectos de percusión en el instrumento.

La emoción y la intensidad con que vivía cada canción fluía en el ambiente y se manifestaba en sus movimientos, ya que parecía que hablaba y danzaba con la guitarra, mientras tocaba.

La primera pieza alternaba picados flamencos (aunque él los hace con muchos ligados) y acordes que se movían libremente en una armonía muy sugerente. Le siguió una pieza rítmica, asincopada, donde su mano derecha rasgueaba y apagaba las cuerdas con ritmos populares de Brasil. Entonces nos explica que él es gaucho, del sur de Brasil, que limita con Argentina. De ahí su influencia de milongas y tangos. Nos muestra un choro, que compuso en Navidad, Choro de natal, con una melodía muy ondulante que se atrevía a cantar mientras tocaba jugando con sus gestos. Con su obra Luciana, un ritmo casi de alegrías, seis por ocho latino, nos acercaba al flamenco, homenajeando, según dijo, a Lucio Yanel. La Suite Colombiana de Gentil Montaña nos transporta de nuevo al otro continente con una interpretación expresiva y virtuosa. Siguió Canción de Cuna, muy lírica, y un homenaje a Paco de Lucía.

Yamandú no toca notas, tiene tal complejidad que mezcla técnicas, ritmos, melodías y raíces en definitiva. Un teatro casi lleno se ponía en pie antes de llegar al final del concierto.