Si Priego tiene una fiesta genuina esa es los Domingos de Mayo. Son pocas las localidades de la geografía española que después de una intensa Semana Santa, dedican un mes completo, ampliado hasta las primeras semanas de junio desde hace una década, a celebrar solemnes cultos en honor a las imágenes titulares de cinco cofradías y hermandades. Tradicionalmente se ha considerado el origen de esta tradición en el "voto" que hizo el pueblo para librarse, mediante la intersección divina, de las epidemias de peste que asolaron la localidad en los siglos XVI y XVII, aunque los últimos estudios han puesto de manifiesto que el verdadero origen de las fiestas de Mayo estriba en la petición de lluvia, tan necesaria para las buenas cosechas.

Sea una y otra la causa o motivo por la que surgieron allá por el siglo XVII, en la actualidad siguen teniendo un importante calado tanto en la sociedad prieguense como en los numerosos visitantes que atraídos por su originalidad, participan y asisten a los actos programados por las hermandades de La Caridad, Buen Suceso, Soledad, Nazareno y Columna, de manera especial en los cultos programados durante el fin de semana, entre ellos solemnes funciones religiosas, rifas de regalos y el desfile procesional de la tarde-noche del domingo, de donde esta fiesta ha tomado el nombre.